Autor Tema: Investigaciones preliminares  (Leído 4176 veces)

0 Usuarios y 1 Visitante están viendo este tema.

AZ

  • Cronista
  • **
  • Mensajes: 873
    • Ver Perfil
    • Email
Investigaciones preliminares
« en: 13 de Enero de 2006, 05:57:42 pm »
Investigaciones preliminares

Hoy día viernes 13 de Enero de 2006, festividad de San Hilario, pío doctor de la Iglesia, me propongo comenzar este modesto cuaderno de bitácora donde anotaré todos los movimientos a que me conduzca mi recién retomada búsqueda del Necronomicón.

Rezo por que la positiva etimología del nombre del santo bajo cuyo augurio comienzo mi aventura, “Amable y Sonriente”, no se vea nublada en el transcurso de mis descubrimientos, aunque la aciaga coincidencia del número 13 con el día Viernes inquieta mi espíritu ya antes de que emprenda mi tarea.

Aún así, espero que esto anime a otros miembros del foro a iniciar su propia búsqueda, o a ayudarme en esta mía en la medida en que puedan.

Para ello, y debido a los motivos expuestos en el hilo “carta abierta al mundo de los cuerdos”, os pido que utilicéis este mismo recurso en forma de “juego”, creando un nuevo hilo en este foro con los avances de vuestras investigaciones, o comentando los aspectos que creáis necesario aclarar o criticar en los hilos en que cada uno exponga el resultado de sus pesquisas.

Y no, no es necesario que adjuntéis tres motivos que os han llevado a tal o cual punto, ni esperéis tampoco valoración alguna por parte de ningún arbitro (más allá de las críticas que libremente cada participante del foro quiera verter), como si de una partida Matrix Games se tratase, porque como ya os he advertido, esto NO ES UN JUEGO.

Pero dejadme que comience ya...

No soy alguien que tenga una situación económica especialmente holgada, pero tengo la suerte o desgracia de no tener más carga familiar que la de mí mismo y mis pequeños vicios no demasiado sofisticados. Así que con estos 4.371 euros que a día de hoy mi cuenta de ahorro tiene a bien mostrarme con números de color verde gracias en parte a mi modesta paga extra de Navidad y a unas fiestas en que no me he permitido demasiados dispendios, me propongo lanzarme en la búsqueda del Necronomicón.

Por supuesto, no tengo el fin de “hacerme con él”. Estoy seguro de que con mi modestísimo presupuesto no sería siquiera capaz de alcanzar a verlo ni de lejos. ¡Cuanto menos leer una sola de sus páginas!. Así pues, quisiera sentar como meta “a priori” de mi investigación, el intento de obtener la razonable constancia de que este libro existe (o ha existido), conocer su paradero actual, y en general obtener cualquier tipo de información en relación con él. Aaah....si pudiese llegar a hacerme con la copia de algún pequeño fragmento... unas frases si quiera... ¡Eso ya sería el sumum!

Pero no quiero lanzar campanas al vuelo como en el cuento de la lechera, porque al fin y al cabo, lo más probable es que sólo consiga gastar mi ridículo presupuesto en dar palos de ciego.

Establezco como comienzo de mis investigaciones, un rumor que sitúa el libro en la Universidad de Buenos Aires. Este rumor no es sólo fruto de las propuestas de Tulio Gaitoriaga, sino que ha llegado a mi a través textos anteriores de otros autores. Aunque al fin de cuentas, puede que hayan sido estas las mismas informaciones en las que se basó mi amigo para comenzar su búsqueda.

En cualquier caso, mi primer paso ha sido tratar de hacerme con un inventario bibliografico del archivo central de la Universidad de Buenos Aires (y esta ya ha sido de por sí una tarea ardua). Evidentemente sería absurdo pensar que el Necronomicón se encontrara catalogado en este índice de volúmenes, pero intentaré filtrar de aquí el nombre de algunas personas por las que poder comenzar mis investigaciones. Me centraré entonces en la sección de “Biblioteconomía” de este archivo de texto gigante que me han mandado por email. Comenzaré esta misma noche, aunque presumo que un trabajo medianamente fructífero, llevará muuuucho tiempo...

Como anécdota, os contaré que aunque difícil, no es imposible hacerse con una copia de este índice si uno envía un email al burócrata indicado, haciéndose pasar por la despistada e inocente becaria de algún prestigioso académico de una Universidad privada en España. Es curioso como llamar a una puerta con fingida seguridad evita muchas veces que nadie te pida credenciales.



Resumiendo:

Comienzo mis investigaciones con 4.371 euros en el bolsillo. Tras mucho esfuerzo y alguna “mentirijilla” me hago con el catálogo de títulos del archivo general de la Universidad de Buenos Aires, en formato texto. Me dispongo a abordar la dura tarea de obtener de él algunos nombres de bibliotecónomos de prestigio por los que comenzar mi trabajo.
Aun no llovio que no parase.