Autor Tema: Ivlak, el ultimo heroe... (VI)  (Leído 3535 veces)

0 Usuarios y 1 Visitante están viendo este tema.

Maldito Heroe

  • Tabernero
  • *
  • Mensajes: 35
  • Levanten sus espadas y que retiemble el acero...
    • MSN Messenger - heroes_84@hotmail.com
    • Ver Perfil
Ivlak, el ultimo heroe... (VI)
« en: 03 de Abril de 2006, 06:29:58 pm »
CAPITULO VI

Las trompetas sonaron fuerte y largamente, me levante y me dispuse a ponerme la armadura, ella también se levanto y me ayudo, primero el cinto de plata, la pechera y hombreras y la protección en las rodillas y antebrazos. Mientras tomaba algo de vino y comía pan de trigo ella limpiaba el escudo y afilaba la espada.

Afuera se escuchaban los hombres que respondían al llamado y acudían a formarse, Altaria y yo no dijimos nada, solamente nos miramos, ella me abrazo y me dio el escudo. Sabíamos que el día de hoy podría ser el último de mi vida, pero también el día de hoy podría ser el de nuestra derrota definitiva.

Así empezaba el día de hoy, el que posiblemente seria el más largo y duro de esta guerra. Por mi parte tenia el presentimiento de que algo grave ocurriría de nuestro lado.

Fui a donde Rafnar, todavía estaba postrado en la cama un poco repuesto, pero sin oportunidad de salir al campo de batalla, me dio la mano:
   -Bien Ivlak, deberás mandar al otro mundo a varios en mi nombre!
   -Así lo haré Rafnar.
   -Prométeme que al final del día nos reuniremos en la taberna y brindaremos por la victoria de hoy.
   -Así será, ganaremos esta batalla y nosotros beberemos vino hasta el amanecer…

Salí y me dirigí a formarme con el resto, los batallones estaban casi listos. Antes de salir del castillo, Yunker se dirigió al frente y hablo fuertemente:
   -Se que al animo esta decaído y se que muchos de ustedes están cansados y ya han perdido a hermanos, padres, hijos y amigos…

Las palabras de Yunker empezaron a despertar a todos, apretábamos fuertemente nuestras armas.

…”hoy es un hermoso día para morir, como todos lo hemos soñado alguna vez, morir en el campo de batalla, dando nuestra sangre por nuestro Rey. Pues les digo también que es un buen día para ganar y hacer retroceder al enemigo…”

   -Son muchos-dijo alguien de atrás y se escucharon varias voces.
   -Hay que pactar la rendición…
   -Huyamos todavía hay tiempo…

…”el que quiera huir que lo haga, pero no pactaremos la rendición, no, no someteremos a nuestro pueblo a un ejercito oscuro como el que nos espera afuera, habremos de salir y luchar hasta el final, pensando en nuestras familias. Porque si huimos o nos rendimos que pensaran nuestros hermanos que ya cayeron?... Que su muerte y esfuerzo fue en vano?... Que su sangre no ha valido la pena?...  yo digo que realicemos un ultimo esfuerzo y hagamos temblar al enemigo…”

Entonces Karsten lanzo un grito de guerra que hasta ese día yo nunca había escuchado. Levanto su espada al cielo y muchos, algo desconcertados pero motivados, lo seguimos golpeando nuestros escudos con las espadas. En un instante el patio principal se inundo de gritos de victoria, la confianza perdida por el día anterior hoy se recobraba.

El Rey y la Princesa Valya, salieron al patio principal con la Jarra del Vino de la Victoria, que bebieron y después la bebimos todos. El Rey portaba el Estandarte Real, con las insignias del León y la Espada Sagrada, ese estandarte en más de doscientos años jamás había sido derribado en el campo de batalla y era el principal vestigio de nuestro pueblo. Fue entregado a Yunker, que lo tomo con ambas manos y lo empezó a ondear. El Portón se abrió y los batallones salieron al campo de batalla, al frente de todos, Yunker nuestro líder y mejor guerrero.

Cuando me encaminaba a salir y cruzar el Portón, sentí una mano en mi hombro, me volví y me encontré con Rafnar, que sonriente portaba su espada y escudo listo para salir a combatir:
   -Quita esa cara de preocupación Ivlak, el discurso de Yunker me ha hecho ponerme de pie…
   -Pero Rafnar, no estas en condiciones de pelear.
   -Lo se, pero tengo una cuenta pendiente con Väldher, tengo que vengar la muerte de Milo…
   -Y por que has de hacerlo tu?
   -Vamos, que mas da, si he de morir que sea en esta batalla, además faltan hombres en el frente. No te preocupes me mantendré en las filas de atrás.
   -Bien, pero no intentes hacerte el héroe…

Y así salimos a formarnos, como había dicho, Rafnar se mantuvo atrás. Me acerque a donde Yunker, Karsten, Hassler y Helfdane discutían sobre la estrategia a seguir:
   -Nos superan en hombres-dijo Helfdane.
   -Nos formaremos igual que ayer, con escuderos al frente…-dijo Yunker
   -Es un suicidio-dijo Hassler- no debemos de cometer el mismo error de ayer…
   -Escuderos al frente, cinco pasos atrás una línea de infantería con lanzas largas, el resto otros cinco pasos atrás…
   -De igual forma no creo que detengamos la Caballería Negra- dijo Karsten.
   -Los detendremos, además quiero a la mitad de los arqueros en las torres y la otra mitad abajo, detrás de la infantería, los arqueros de arriba apuntaran a los soldados que vengan detrás de la Caballería Negra, los que están abajo esperaran ordenes…
   -Muy bien ya escucharon-dijo Karsten- vamos a nuestros puestos…

Todos hicieron lo que les había indicado Yunker, se abrió el Portón y salieron los arqueros, en las torres también se podían observar arcos y flechas listas para ser lanzadas. Hassler ordeno que las primeras filas de cada batallón formaran la línea de defensa de escudos, que recibiría el choque de los jinetes enemigos, yo sin pensarlo tome un escudo y me dirigí a formar la línea.

En el frente las trompetas resonaban hasta donde nos encontrábamos y las filas enemigas tomaron posición de ataque: al frente la Caballería Negra, seguidas de orcos y Bárbaros de Este, además de varias líneas de arqueros, atrás de todos ellos los Guerreros de Fuego. Todavía no entraban en acción la Infantería Inmortal, de quienes se contaban historias sangrientas y violentas. De nueva cuenta estaríamos en desventaja, y aunque su ataque era enorme, todavía quedaban batallones atrás que no formarían parte del combate de hoy.

Inicio entonces la avanzada de la Caballería Negra, detrás se podían escuchar los cánticos del Este. De nuestro lado había un enorme silencio, pero en los rostros de nosotros no se percibía miedo o temor alguno, al contrario esperábamos con ansia el choque de espadas. Me aferraba al escudo sabiendo que de cada uno de los que estábamos en esa línea debíamos de resistir. La avanzada enemiga ya estaba cerca, detrás de nosotros el resto de la infantería nos alentaban. Yunker ordeno a los arqueros tomar posición.

La Caballería Negra avanzaba a gran velocidad, entonces me aferre con todas mis fuerzas al escudo. Recibí un impacto brutal que me lanzo unos metros atrás, la mayoría de nuestros hombres había resistido el embate, entonces las líneas portadoras de lanzas largas atacaron a los jinetes. Me puse de pie algo aturdido y tome de nueva cuenta el escudo empujando los caballos y protegiendo a nuestros hombres. Hassler tomo una lanza y ataco a Higlak, Sombra Negra, lo derribo de su caballo y lo despacho rápidamente.

Yunker ondeo el Estandarte Real, era la señal para los arqueros que estaban posicionados en las torres atacaran, quienes rápidamente lanzaron una lluvia de flechas a los orcos y Bárbaros que venían detrás de la primera avanzada. Eso dio tiempo a nuestros hombres de vencer a la Caballería Negra, y hacer retroceder a la segunda avanzada. El grito de victoria lo celebramos con júbilo.

Pero Drako molesto hizo que avanzaran  más batallones, así una segunda embestida se aproximaba. Rápidamente formamos la línea de defensa.

   -Arqueros al frente…-ordenaba Yunker, y avanzaron delante de la infantería y detrás de los escuderos.

Los orcos y Bárbaros que se mantenían de pie avanzaban con furia, detrás de ellos muchas líneas enemigas encabezadas por Väldher y los Guerreros de Fuego, detrás de ellos más batallones. De nuestro lado, la infantería estaba ansiosa de encontrarse con el enemigo, pero Yunker mantenía su estrategia que hasta el momento nos había dado resultado.

   -Resistan…-grito Karsten al tiempo que el enemigo se encontraba a unos pasos de los escuderos.
   -Abajo los escudos…-grito Yunker.

Los arqueros lanzaron flechas a quemarropa al enemigo, y uno tras otro fueron cayendo quedando aniquiladas por completo las líneas de orcos y Bárbaros del Este. Los arqueros cargaron nuevamente, tanto los de las torres como los que se mantenían en el campo de batalla, lanzando sus flechas a los Guerreros de fuego que avanzaban lentamente a la batalla. No hubo muchas bajas del enemigo en ese lance de flechas, por el contrario siguieron avanzando sin mucha prisa. Yunker ordeno la avanzada de infantería:

   -Infantería! Al frente…                                                                                                    -Arqueros tomen posición en la retaguardia…-ordenaba Karsten, pero los arqueros sacaron espadas cortas y siguiendo a la infantería lucharían hombre a hombre con el enemigo.

Corríamos al encuentro de Väldher y compañía, entonces mire al cielo y una lluvia de flechas caía sobre nosotros, apenas si pude levantar mi escudo y protegerme. Muchos fueron alcanzados y heridos por las flechas, otros con menos suerte cayeron al instante. El enemigo viéndonos algo desconcertado y sin formación corrió a nuestro encuentro, apenas si pudimos formar la línea que nos permitió resistir el choque.

El choque de espadas en el campo de batalla era sangriento, nuestra línea no cedía y el enemigo trataba de quebrantarla con lanzas, espadas y hachas. Nosotros respondimos con una carga de lanzas que no pudieron rechazar y muchos de la primera línea enemiga cayeron. Pero eran demasiados y bien armados, del lado izquierdo lograron abrir nuestra defensa, varios hombres encabezados por Hassler se apresuraban a detener el paso del enemigo, demasiado tarde ya, toda nuestra línea defensiva estaba siendo abierta.

Con escudo al frente trataba de rechazarlos, peleaba entonces con un guerrero portador de un hacha, sus golpes estaban destrozando mi escudo pero no cedía, yo también lanzaba golpes que hacían a mi enemigo retroceder. Después de un rato de pelea por fin pude vencerlo, no fue fácil y estaba cansado, retrocedí a las últimas líneas para descansar.

Volví a la carga, no había tiempo de descansar demasiado. Väldher con dos espadas se abría paso entre nuestros hombres que no podían detenerlo. En otra dirección vi entonces a Rafnar  atacando con furia, pude observar que sus heridas se habían abierto nuevamente por el esfuerzo, iba al frente buscando a Väldher que seguía derribando a nuestros soldados. Trate de alcanzar a mi amigo, pero cada que derribaba a un guerrero otro salía a mi encuentro. Rafnar herido y desangrándose, seguía luchando, tropezaba y volvía a levantarse-Maldita sea Rafnar no sigas adelante-decía dentro de mi al tiempo que me acercaba lentamente a el.

Rafnar logro llegar hasta Väldher, lo ataco con todas sus fuerzas, pero no pudo ni siquiera herirlo, al contrario recibió un golpe en la cara. Väldher lo dejo levantarse, Rafnar tomo de nuevo la espada pero la soltó cuando recibió su pecho fue abierto por el filo del enemigo, antes de caer fue atravesado por la espada de Väldher.

Por fin pude llegar a donde mi amigo, lo arrastre fuera del centro de batalla. Me arrodille a su lado,  todavía respiraba, trate desesperadamente de que dijera algo o que me mostrara signos de vida. Mi esfuerzo fue inútil, había muerto en mis brazos.

Me puse de pie nuevamente, tome entonces su espada y la mía y fui a la batalla. Con furia y coraje derribaba a todo aquel que me desafiaba o salía a mi encuentro. Busque desesperadamente a Väldher. Después de un rato lo ubique y fui a su encuentro:

   -Väldher!!!- grite con enojo, desgarrando lo mas profundo de mi alma.

El me escucho y me miro fijamente, sonreía cínicamente y levanto entonces sus espadas al cielo aceptando el desafío. Corrí hacia el, que me esperaba para la pelea, abrió sus brazos al tiempo que lance mi espada y se incrustó en su pecho, cayo de rodillas tratándose de sacar la espada, pero su esfuerzo fue inútil y dejo caer los brazos, alzo la vista y me miro fijamente a los ojos, aceptaba su final, con la espada de mi amigo corte su cabeza de un tajo. Había vengado a Rafnar.

Yunker logro hacer que nos reagrupáramos nuevamente, y así formar la línea de defensa y resistir el ataque de Drako y sus hombres. Nosotros ya éramos menos la batalla con los Guerreros de Fuego nos había dejado cansados y disminuidos. Lluvias de flechas caían sobre nosotros, teníamos que retirarnos o perderíamos otra batalla. 

Una vez mas el enemigo avanzaba hacia nosotros, al frente de todos ellos iba Drako
y Spielkur, por fin entraban en la pelea la Infantería Inmortal.
   -Hay que retroceder Yunker…-Decía Karsten.
   -No, debemos resistir este ataque también…
   -Cual es el plan Yunker? –pregunto Helfdane.
   -Si cae Drako, no solamente habremos ganado la batalla sino también la guerra…

Entonces Yunker ordeno que avanzáramos, de nuevo nos dirigíamos a la batalla. El choque esta vez fue mas fuerte, la infantería Inmortal estaba descansada y nosotros bastante agotados, heridos y golpeados. Nos estaban venciendo, y no había forma de ganar.

Vi a Helfdane luchar con Drako, la pelea era muy pareja, ninguno retrocedía. Esta era nuestra oportunidad si Helfdane vencía habríamos de alcanzar la victoria. Pero la suerte con la que habíamos comenzado la batalla de hoy parecía estar en contra y Drako logro salir victorioso. Retrocedíamos, ya no aguantaríamos otro embate, apenas si podía sostener la espada y mantenerme de pie.

   -Sigan adelante, no cedan…-gritaba Yunker desesperado.

Drako se encontró frente a frente con nuestro líder, la pelea que ellos dos esperaban por fin había de darse. Ambos con sus insignias de combate, portaban las más esplendorosas armaduras que nunca antes había visto. Yunker con su sagrada Espada Roja, portando además el escudo Blanco, Drako con su casco de Dragón y la Espada de Velaher. Seria el combate decisivo, estaba en juego algo más que el orgullo. Antaño amigos, hoy luchaban en bandos y por causas diferentes.

Hassler en otro frente había estado luchando cuerpo a cuerpo con Spielkur, pero la pelea se detuvo, toda la batalla se detuvo. Estábamos a punto de presenciar la lucha de los dos más grandes guerreros que se conocía hasta entonces. Dos héroes que no conocían el miedo.

Drako ataco primero, siendo su golpe detenido por el Escudo Blanco. Yunker respondió con la Espada Roja siendo esquivado ágilmente por Drako. Se enfrascaron en un duelo que por momentos no parecía inclinarse a favor de ninguno. Pero Drako tenia una pequeña ventaja, Yunker había participado en las batallas anteriores y se estaba cansando rápidamente. La pelea se había prolongado por horas y parecía no tener fin, ninguno había logrado herir al otro. Drako ataco con mas fuerza, Yunker retrocedía pero finalmente fue alcanzado y herido en el brazo izquierdo, con el que portaba el escudo. Yunker empuñaba la Espada Roja con ambas manos, estaba debilitado y herido, baje la cabeza esperando el desenlace, no podía hacer nada y eso me llenaba de impotencia.

Yunker volvió a la carga, pero sus ataques eran débiles y no lograban hacer daño en Drako, que con un golpe hizo caer a Yunker.
   -Acepta tu derrota y ríndete, no vale la pena morir viejo amigo...
   -No-dijo Yunker, al tiempo que se incorporaba, sangraba de la boca y tenia una herida en el brazo.

De pie nuevamente Yunker fue herido en la pierna, volvió a atacar pero Drako lo rechazo y con un giro rápido desarmo a nuestro líder al mismo tiempo que encajaba en su corazón la Espada de Velaher. Yunker caía al suelo ante la mirada incrédula de sus hombres y el jubilo de nuestros rivales. La pelea había terminado, entonces Drako ordeno a sus hombres regresar al campamento.

Llevamos rápidamente a Yunker al castillo todavía seguía respirando, lo recostamos en el patio principal, todos de rodillas implorando a los dioses antiguos que nuestro líder tuviera fuerzas para continuar en la batalla. Pero nuestras oraciones no fueron escuchadas. El Rey salió a donde yacía Yunker.

...Y la Princesa Valya hermosa y sincera, saco la espada de su corazón, vuelve la vista y mira hacia el cielo, las lagrimas caen, la gloria acabo...

...Yunker ha muerto...
Los Heroes no morimos, nos reunimos en el infierno para la batalla final...