Pese a todos los muchos problemas de última hora que me han pillado lejos de casa en el final del turno (herejías, acojonamientos, idas y venidas, descubrimientos inesperados... dios mío, ¡estoy rodeado de enemigos...!), la hoja de órdenes del Papado está lista y en el buzón del Gran Jefazo. Ahora esperemos que todo vaya bien y que nadie sufra demasiados males (infieles, paganos, y hasta hindús incluidos. El Santo Padre está de un conciliador que no veas

).
Y a tiempo... ¡no me lo puedo creer!

Uve.