Al respecto de las personalidades de los reyes:
Sí, eso está muy bien, yo diría que podría mejorar tanto la partida como el hacer diplomacia roleando, o puede que incluso más. Eso sí, esto tiene muchos peros, muchísimos...
En determinadas circunstancias y concretas actuaciones, dan pocos problemas o estos son relativos, pero hay otros en los que la cosa cambia y mucho, de tal modo que se hace casi imposible "rolear" con las personalidades.
Por ejemplo, interpretar que un rey es un piadoso exacerbado o un fundamentalista, siempre y cuando no se exagere, no hay ningún problema en llevarlo a la práctica. Puede ser simplemente con mensajes diplomáticos en los que se deje entrever ese aspecto de su personalidad o realizando actuaciones que lleven a demostrarlo ante el mundo (construcción de una gran obra religiosa, creación de una Primacía, inversión en Operaciones Religiosas...). Pero digamos que eso lo que consigue es dar más variedad.
Pero, sinceramente, la personalidad que realmente habría que desarrollar es cuando el rey en cuestión tiene, por estadísticas, algún hecho relevante que remarcar, por ejemplo es un necio en combate o tiene el carisma de un policía en un congreso de ladrones... ¿Hay alguien que, de verdad, se atreva a poner en peligro su reino en esas circunstancias? Igual a los "roleros" les entra el acojone cuando ven que su rey es, en términos de juego, un absoluto inepto y su reino tiene serias amenazas exteriores.
Por eso, roleo sí, pero SIEMPRE voluntario y no remunerado de ninguna manera. Como dije aquí, yo si hago algo en ese sentido (y ahora mismo estoy escribiendo una ambientación) lo hago primero que nada, porque me gusta y me divierte hacerlo. No me lo guardo para mi porque pienso que eso también puede divertir a otros jugadore, de hecho a mi me gusta y divierte cuando lo hacen otros.