Tras negociaciones con Su Alteza Imperial la emperatriz Cixi de China, y tras confirmar la Inteligencia Británica que los boxers han sido totalmente aplastados y no volverán a ser una amenaza para la libertad de comercio en el Imperio Celeste, consideramos que, sin un tratado justo en el que todas las partes reciban según sus esfuerzos y bajas en la guerra, no deberemos ensañarnos con los chinos y demostrar así Occidente su grandeza no sólo en la guerra, si no también en la victoria.
Por tanto, y a falta de mayor justicia, el gobierno de Londres ha decidido escuchar las propuestas de la Emperatriz, que mantendrá bajo su mano el gobierno chino alejado de los fanáticos boxers, y no aceptar ninguno de los tres repartos que propone Su Alteza Imperial el Zar de Rusia, vetándolos los tres.
No nos queda más que decir que China puede convertirse en un gran aliado de las potencias civilizadas y colonizadoras ahora y que abra sus puertas a la libertad de comercio.
Lord Trencavelson, Primer Ministro de Su Graciosa Majestad de Gran Bretaña