Con el Tribuno que me corresponde por formar parte del pueblo y actuar como tal, propongo nombrar a
Hamete dios macedónico de los infiernos y del mal, enfrentado a todo el panteón romano y aún de los dioses griegos civilizados
Por otra parte, recordar que contra los cartagineses no dependeréis de las tiradas de infortunio, lo que reduce mucho el azar a igualdad de fuerzas enfrentadas en las dos guerras prácticamente. Por otro lado, cierto es también que para vencer en la púnica necesitareis dos victorias, y que si no hay victoria naval, por muchas tropas que enviéis, no llegarán a combatir en tierra.
La disyuntiva es:
- Jugárosla a una sola guerra contando con que tenéis 5 tiradas que darán al traste con la victoria por muchas fuerzas que enviéis o,
- Arriesgaros en dos guerras consecutivas debiendo repartir las fuerzas y contando con que si en la naval no conseguís una amplia victoria, podéis perder hasta 4 legiones (quizás alguna veterana) y que de ese modo, por cada fuerza menor de 9 desembarcada, cada legión perdida equivaldrá a 2 legiones (ya que el mando combinado de Dictador y ME no podrá superar la fuerza disponible)
También tenéis una opción que no habéis contemplado, y es sacrificar al Cónsul Militar enviándole a combatir a cualquiera de las primeras guerras en inferioridad y así poder atacar a una de las segundas con mas probabilidades.
El problema es que las probabilidades en estos casos en concreto no cambian mucho y para hacer esto, el Cónsul debe consentir en comandar una fuerza menor a la mínima.
También se podría sacrificar al Procónsul, manteniéndole con las fuerzas disponibles y obligándole a batallar contra los Macedónicos, pero el problema es que la primera macedónica casi requiera tantas flotas como la primera púnica…
Otra posibilidad (que quizás debería de haberse intentado en el turno anterior más que en este) es la de los comandantes múltiples, cuyas normas os pego ahora que he encontrado un reglamento en Word traducido
:
“10.9 COMANDANTES MÚLTIPLES: El Senado puede enviar más de un ejército bajo el mando de diferentes Comandantes a combatir la misma Guerra. No obstante, si lo hacen, cada ejército deberá atacar por separado, uno cada vez, hasta que se gane la Guerra o que todos los ejércitos hayan atacado. La ventaja de enviar varios ejércitos por separado a combatir con una sola Guerra es que los resultados de Desastre/Pérdida que acontecen en una Batalla no se pueden aplicar a las batallas posteriores en el mismo turno y contra la misma Guerra.”
Buena suerte, romanos