Autor Tema: Newfax Turno 20 (1100-1104)  (Leído 17123 veces)

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Newfax Turno 20 (1100-1104)
« en: 23 de Diciembre de 2006, 11:39:18 am »
Rajputado de Pagan
(Budismo Hindú Civilizado Nación Abierta)
Regente Mabbiz.
Diplomacia:
 
La desolación en que se había convertido el antaño floreciente Rajputado de Pagan era mucho mayor de lo que nadie en el país temía desde la salvaguarda de las murallas mientras veían cómo un enjambre de bárbaros enloquecidos arrasaban sus tierras.
No sólo habían saqueado los poblados, aldeas y ciudades menores, asesinando a la población sin miramientos y robando todas las reservas de grano y animales, sino que hasta se habían llevado niños jóvenes y despojado de cuanto brillaba en los contados palacios de la nación. Para el inicio del año 1100, cuando parecía evidente que la enorme horda se había ido hacia el norte y el nuevo Regente Mabbiz se arriesgó a abandonar la seguridad de la capital junto al ejército, las noticias de la absoluta bancarrota en que había quedado el Rajputado, unidas al miedo y preocupación de los soldados por sus familias, trajeron como consecuencia terrible la deserción de más del 90% de los hombres. Así pues, el Khan no sólo había destruido las tierras de Pagan, sino que el espíritu de la nación se había sumido en la desesperación hasta el punto de que se había despojado al rajputado de toda capacidad defensiva.

Mabbiz, dispuesto a devolver con el tiempo la luz a la vida de sus ahora súbditos, desposó a todas las viudas del Rajá Ahombiz y tomó a sus hijos como propios. Acto seguido tomó el control del escaso ejército que había permanecido fiel y partió con la idea de tratar de recuperar para la nación las muchas regiones destruidas que se habían declarado independientes. Tras liberar Burma sin ninguna dificultad, pues ni un sólo nómada quedó allí para defender la asolada provincia, partió hacia Manipur logrando que los escasos habitantes del lugar asumieran los antiguos tratados; con menos fortuna se desplazó después hasta Thaton, donde fueron recibidos con indiferencia, y de allí a Pegu, donde los campesinos, alzados en armas contra quien consideraban no había tenido los arrestos suficientes como para asumir la responsabilidad que le correspondía durante la crisis (es decir, acudir en defensa de quienes sostenían con su trabajo la economía del reino) atacaron a la comitiva que a duras penas logró escapar de la zona sin entrar en combate abierto. Mabbiz, herido a causa de un impacto de honda en el cráneo, no logró recuperarse nunca y murió sin recuperar la consciencia durante el mes de marzo de 1103.

La muerte de Mabbiz a punto estuvo de causar un enorme desastre en la gobernabilidad del rajputado; por fortuna, tanto el General Kalabiz como lo poco que quedaba del reino se mantuvieron leales, y aunque se perdió de nuevo la ascendencia sobre Manipur (que volvió a declararse independiente) el resto del rajputado siguió en paz mientras se proclamaba nuevo Rajá de Pagán al hijo mayor de Ahombiz, un aterrado muchacho con apenas 13 años recién cumplidos.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #1 en: 25 de Diciembre de 2006, 12:14:29 pm »
Imperio Khemmer
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Kertas, Gran Emperador de Khemmer.
Diplomacia: Phan Rang (NT).

El invierno que separó los años 1099 del 1100 de la era cristiana fueron agitados en la corte del Gran Emperador Kertas. La llegada torrencial de la enorme horda de mongoles llegada del norte hasta la vecina nación de Pagan, la cuál había sido asolada por completo por los nómadas, inquietaba al pueblo de Khemmer mucho menos que al propio Emperador; sobre todo cuando llegaron noticias de que el nuevo líder de los nómadas había sido convencido por sus hombres de que el Imperio había incumplido un acuerdo económico, tratado y cerrado entre hombres con el anterior Khan de la horda. Tales noticias jamás llegaron al pueblo; pero la clase dirigente sufrió de terribles terrores durante los meses que comprendieron la llegada de la horda a Pagan y su partida posterior.
Aquel nuevo líder de los nómadas, un hombre alto y delgado de piel cetrina y curiosos ojos verdes, se negaba a creer la versión del Imperio llevada hasta las regiones del norte por los embajadores de Kertas: según el Emperador no existía tal acuerdo y nunca había existido; además, el Imperio Khemmer quería ser amigo de los nómadas pero no contaba con dinero para pagar tributo alguno pues la economía imperial había sufrido un conjunto de descalabros.

Qabul Khan, el líder de los nómadas al que apodaban el Khan de Khanes, dio un ultimátum a los representantes del Imperio: los hombres y mujeres de Kerait serían amigos del Khemmer si el Imperio enviaba una cantidad simbólica de dinero hasta las antiguas tierras de Pagan. La horda iba a partir hacia el norte, y tal vez nunca regresara a la zona, pero Qabul Khan advirtió a los embajadores del Imperio: el Emperador Kertas enviaría al menos la mitad del dinero reclamado; de no hacerlo "si algún día regreso a tierras del Imperio, lo haré como enemigo".

El Emperador Kertas escuchó las noticias de sus diplomáticos; junto a las noticias, aquellos hombres hablaban de la enormidad de la marea humana que había desvencijado Pagan, además de sus preparativos evidentes para una larga marcha que, según parecía, se produciría pronto y hacia el Norte. Kertas asintió en silencio y se retiró a meditar. Nunca más en aquellos años volvió a mencionar a la horda nómada, y cuando las noticias llegadas desde las provincias de Burma confirmaron la partida de los mongoles hacia el norte recién comenzado el año 1100 (ver NF del Khanato de Kerait) se permitió al fin respirar tranquilo: sus informadores aseguraban que el destino probable de la horda eran las lejanas tierras del poderoso Sultanato Turco; quizá nunca regresaran de allí, pero si lo hacían lo harían más débiles y el Khemmer sería mucho más fuerte.

Siguiendo la política imperial de los últimos tiempos, Kertas decretó la construcción y mejora de las numerosas fortificaciones del Imperio, disponiendo a los ejércitos en posiciones defensivas y manteniéndolos siempre alertas. Todos los altos funcionarios del Imperio, así como los nobles de mayor rango y los mejores generales del Khemmer se concentraron, al mando de sus distintos ejércitos, en la región corazón  de Khemmer para evitar contratiempos: había más de una horda en Asia, y la lección de Pagan enseñaba al Emperador que si alguna provincia no podría permitirse perder nunca era la zona central de Khemmer.
Sólo Raganatán partió a tierras del sur, hasta la costera Phan Rang, con el fin de mejorar las relaciones diplomáticas con los nobles del lugar. Alcanzó a firmar varios tratados de cooperación menores, pero como suele decirse, los principios son difíciles pero necesarios.

Entre tanto, la enorme proliferación de escritores y pensadores criados en la relajación religiosa propia del Imperio –que en muchos lugares lindaba peligrosamente con el ateísmo–, generaron un clima de desconfianza hacia las normas religiosas Imperiales que degradaron la ya de por sí triste posición del hinduísmo en el Khemmer. El Emperador Kertas sabía que un espíritu débil y desconfiado enfermaba peligrosamente al cuerpo de la nación, pero se veía imposibilitado en su empeño por solucionar el problema: los numerosos misioneros enviados a las tierras de Mon se encontraron con que las enseñanzas de aquellos llamados Sabios, que promulgaban la importancia del hombre sobre la desconfianza hacia los dioses tradicionales, había llegado a tal punto que no se los recibió siquiera con hostilidad. La reacción de los lugareños era de absoluta frialdad e indiferencia.

En aquel estado de aparente paz y tranquilidad, sólo perturbada por la endeble situación religiosa del país, vivían los hombres y mujeres del Khemmer hasta que entrado el año 1102 se desencadenó una inesperada tempestad sobre el Imperio.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #2 en: 25 de Diciembre de 2006, 12:17:04 pm »
Khanato de Kerait
(Cristianismo Nestoriano Nómada Nación Abierta)
Qabul Khan, "Khaqan" o el Khan de Khanes, Khan de Wuilang y Gran Khan de las tribus mongoles de Kerait, Señor de las Estepas.
Diplomacia:

Las grandes cantidades de oro producto de los saqueos sobre las regiones de Pagan fueron bien distribuidas por el Khakan, quien dispuso toda una serie de inversiones en diversas áreas militares y hasta de gobierno. En el enjambre de moscardas extranjeras que acompañaba a la horda en su peregrinar abundaban los mercenarios y sabios de diferentes naciones que ofrecían sus conocimientos a cambio de dinero y del favor del Khan, y muchos de ellos fueron contratados al servicio del Khanato en aquellos años de nuevo éxodo.
 
Como parecía evidente a tenor del ajetreo desencadenado en los meses finales del año 1099 en la región de Burma, el Khanato pronto se encontró en disposición de emprender de nuevo camino en busca de su futuro. Los hombres y mujeres de Kerait, guerreros o colonos,  desconocían cuál iba a ser su destino: se rumoreaba que el Khakan había enfurecido a causa de varios desafíos llegados desde tierras musulmanes del Turco y el Emperador Ghaznaví, así como que varias naciones hindúes habían tratado de contratar los servicios de la horda en concepto de mercenarios con el fin de derrotar a antiguos enemigos a quienes llamaban amigos en público. Y aunque también se decía que Qabul Khan había amenazado al cercano Emperador del Khemmer con atacarlo si no realizaba un pago que el Khakan creía se le debía al Khanato, era evidente que su meta los esperaba en el Norte, pues hacia las fronteras de Manipur apuntaba el grueso de la horda y hasta allí habían partido las numerosas avanzadas de exploradores. A inicios del año de 1100 de la Era de Nuestro Señor Jesucristo, la inmensa marea humana compuesta por los mongoles del Kerait partió hacia Manipur a buena marcha, aprovechando las tibias temperaturas; a su llegada a la región norteña, Qabul Khan se encontró con varios miles de guerreros bien armados dispuestos a seguirlo hasta el fin del mundo. Tras ser aceptados por el Khakan, y convertidos a la verdadera fe por sus sacerdotes guerreros, el Khanato volvió a partir en dirección Norte.

Sólo que no fue hacia el Norte.

Cruzando los pasos montañosos que separaban la región de Manipur de las vecinas tierras de Padishan con la mayor discreción posible en un grupo humano ahora compuesto por más de 100.000 almas, la horda penetró hacia el Este sin recibir atención de ninguno de los reinos vecinos de Dali, Dai Viet, Champa o el propio Imperio Khemmer. Todos ellos se concentraban en encerrarse tras sus fronteras confiando en que la tormenta pasara, y aunque las noticias que hablaban del cambio súbito de rumbo del Khanato acabaron por llegar a las cortes de los distintos reinos civilizados, cuando lo hicieron ya era tarde para reaccionar con efectividad: la tormenta, en aquella ocasión, no iba a pasar sin descargar toda su furia.

Tras dejar Padishan, los guerreros nómadas llegaron en Junio de 1100 a las tierras natales del Khan, Wuilang, y de ahí cayeron con gran rapidez sobre las provincias de Laos pertenecientes al reino de Dali. Aunque no pasaron desapercibidos en la corte de Nan Zhao, y pronto los ejércitos del reino se prepararon para el ataque, nadie perturbó de forma efectiva la marcha depredadora del Khanato de Kerait pues ningún hombre armado fue a su encuentro. Ni siquiera cuando las tropas del Khan de Khanes conquistaron y asolaron por completo la región se produjo reacción alguna por parte de los aterrados ejércitos de Dali. En Agosto del año del Señor de 1101, tras saquear Laos, los miles de guerreros nómadas de Kerait emprenden el camino hacia Nam Pung, primera de las regiones del Imperio Khemmer, que en Marzo del año 1102 de la Era de Cristo presentaba el mismo aspecto desolado que Laos o el vecino reino de Pagan. Finalmente, mucho antes de lo esperado, el Khakan había cumplido su funesta promesa: "si algún día regreso a tierras del Imperio, lo haré como enemigo".
 
Pocos meses después, la región de Lampang ya había sufrido el mismo terrible destino que las anteriores y, tras ocuparla, la enorme horda se quedó a la expectativa en posiciones defensivas aguardando alguna reacción por parte del Emperador y sus ejércitos, que pese a las numerosas súplicas llegadas de parte de sus súbditos no fue ninguna. Para aquel entonces Kertas estaba demasiado atemorizado a causa del golpe recibido como para arriesgarse a salir de la región de Khemmer.
 
Las provincias de Nam Pung, cuyos habitantes se sentían defraudados por la nula atención recibida de parte de quien llamaban su Señor y Emperador, se declararon independientes en cuanto las huestes del Kerait abandonaron la zona, en tanto los escasos supervivientes de Lampang se disponían a hacer lo mismo si los nómadas partían algún día de sus tierras. Algo que no sucedió: a finales del año del Señor de 1104, la enorme horda del Khanato de Kerait permanecía firme en posiciones defensivas –perfectamente organizada y lista para la batalla–, en las tierras de la región de Lampang mientras Qabul Khan "Khakan" contemplaba el camino hacia Angkor Wat con aire meditabundo y evidentes muestras de desprecio hacia quien se llamaba "Emperador" sin merecer siquiera el título de "hombre".
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #3 en: 27 de Diciembre de 2006, 12:04:14 am »
GUERRAS HINDÚES
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Rajputado de Punjab
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Rajyavardhana, Rajá de Punjab
Diplomacia:
 
A inicios del año 1100 era evidente que el pequeño rajputado de Punjab se encontraba bajo un gran peligro. Las noticias llegadas del norte hablaban de una gran derrota de la hasta el momento temible e invicta caballería turca a manos de la creciente horda nómada de Gaochán; numerosos aventureros y diplomáticos de incógnito se dirigieron a la zona donde se encontraba acampada la horda, dirigida por un temible guerrero de largas trenzas y ojos rasgados llamado Kemal Khan. La intención de los hombres de Punjab era averiguar el destino de la horda, sondear a los líderes y hasta sobornar a quien se dejara hacer con el objeto de conseguir información fidedigna que permitiera al gran Rajá Rajyavardhana trazar una estrategia defensiva.

Quizá fuera durante los mismos días en que la enorme horda de guerreros se enfrentaba en dura batalla a los hombres del Sultán cuando se comenzó a fraguar un plan en las cancillerías de la India. Tras la primera derrota del turco contra los nómadas de Saraba, años atrás, ya resultó evidente para muchos de los hasta entonces confiados Rajás que un envite imprevisto de cualquiera de aquellas gigantescas hordas sería la perdición para cualquiera de ellos; ninguna de las naciones del subcontinente hindú, con la posible excepción del Rajputado de Chola cuando aún era grande y temible, podía presentar batalla en condiciones de victoria contra quienes habían derrotado al mejor ejército del mundo de aquel entonces.
El resultado de aquella segunda batalla perdida por el Turco en las Llanuras de Kashgar decidió a los líderes hindúes a aparcar temporalmente cualquier diferencia en pos de un objetivo común: no serían lo bastante fuertes por separado, pero en conjunto quizá lograsen sobrevivir.

Cuando se alcanzó un principio de acuerdo y todos los Señores de la India se comprometieron a aportar tropas, comenzaron a descubrirse los diferentes problemas que surgían sin cesar: los ejércitos eran demasiado heterogéneos en calidades y equipamientos; los líderes se negaban a combatir bajo el estandarte de otra nación; la ineficacia o falta de preparación de un gran Señor de casta noble ponía en peligro el funcionamiento de todo el conjunto; la sincronización para llevar tropas hasta un lugar desde el que poder reaccionar a cualquier internada por parte de una horda era casi imposible...

Era necesario al menos conocer el lugar y el momento del ataque de la horda. Y para eso era necesario conseguir conducirla hasta una trampa.

Fue el Rajá Rajyavardhana de Punjab el encargado de asumir la mayor parte del riesgo; pretendiendo contratar los servicios del Khanato de Gaochán, o al menos aprovechar su fuerza contra su supuesto enemigo Tarain, el Rajá se comprometió a permitir el paso de la horda además de facilitarle guías que mostrasen los antiguos caminos a los nómadas. Acto seguido, un mes después de la salida de la horda de las fronteras de su nación, el ejército al completo partiría hacia Tarain a las órdenes del gran General Jur-Ehdana, auténtico héroe nacional y reconocido maestro de la estrategia. Rajyavardhana ordenó el reclutamiento de gran cantidad de guerreros y, paciente, aguardó la llegada de los jinetes nómadas de Gaochán.

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Reino de Tarain

(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Tatyardanhana II, Señor de Tarain
Diplomacia:

El temor hacia la posible llegada a la India de la enorme horda de Gaochán acongojaba al Señor de Tarain desde que años atrás la marea nómada comenzara el ataque y saqueo del Tíbet. Tatyardanhana II temía que la horda venciera de un modo fatal al Sultán Turco y sus tropas, y que luego desviara su mirada hacia el sur. Coincidiendo en sus temores con los Rajás de las otras naciones hindúes, fue sencillo tomar después la decisión de formar un frente común... y de no esperar a que la horda atacara, sino tratar de atraerla para así poder decidir el lugar del combate y poder librarlo en las mejores condiciones.

Las inversiones destinadas a mejorar las tácticas y eficiencia en el combate de la caballería, el reclutamiento de nuevos regimientos y las mejoras en equipamiento de todas las tropas de Tarain fueron enormes, llevándose la práctica totalidad del presupuesto del reino. Pero las cosas empezaron mal, como un preludio funesto a lo que aguardaba en el futuro, puesto que aunque el dinero estaba preparado para comprar el nuevo equipo y mejores armas y armaduras para los ejércitos, todos los generales, Príncipes y demás mandatarios con capacidad de mando estaban demasiado ocupados en tareas de defensa, y ninguno quiso responsabilizarse de esta tarea por miedo a dejar un flanco descubierto. Así que el dinero no se gastó y las mejoras nunca llegaron.
 
Tatyardanhana II, una vez confirmada la llegada de la horda, quedó gobernando a su pueblo tras las fuertes murallas de la ciudad de Delhi, mientras el resto de sus ejércitos –una parte a las órdenes del heredero Dil'Bajadur, destinado a defender Tarain, y la otra bajo el mando del General Gupta, quien se encargó de la defensa de Chitor–, se situaron por todo el territorio con la única orden de contener la embestida de la horda a cualquier precio.
 
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SE CONCENTRAN LAS TROPAS

Los grandes líderes de la India comenzaron a congregarse con sus ejércitos a lo largo del año 1100 en la más importante de las regiones del Reino de Tarain. En Marzo, tras la muerte del hasta entonces heredero el Príncipe Shinto de Uttar Pradesh, su hijo Mahudi le sucedió en el cargo; el nuevo Heredero llegó a Tarain junto a su tío, el gran Rajá Sampatri de Uttar Pradesh –quien parecía destinado a comandar el grueso de las tropas–, varios meses después.
En Abril del mismo año llegaba a la zona el General Hanhu de Rajput, conocido como "El Grande de Janpuor", junto a las tropas del rajputado. Con él llegó el también general Datamara, con la misión de promover y sellar el necesario acuerdo de no agresión sin el cuál no podrían luchar juntos con efectividad. Dicho tratado no se firmaría hasta el mes de Marzo de 1101, justo a tiempo para el combate.
En Junio tuvo lugar la muerte del Señor de Jats, noble guerrero del Reino de Tarain, aunque pronto su hijo tomó el relevo al mando de sus tropas; ya en Septiembre llegaban los hombres del Rajputado de Nasik bajo las órdenes del heredero, Príncipe Jagannat, y su padre el Rajá Bhoja, quien murió tristemente en el mes de Diciembre durante unos ejercicios de entrenamiento siendo sucedido por su hijo sin ningún problema. El Rajá Bhoja fue el primer gran Rajá en morir, pero no habría de ser el único.

Así pues, a finales del año de 1100 todos los Principales de Rajput, Nasik, Uttar Pradesh y Tarain aguardaban la llegada de la horda, así como la de los ejércitos de Punjab que habrían de seguirla cerrando el cepo. La trampa estaba lista, el cebo en su lugar. Más de 45.000 guerreros hindúes, en la mayor concentración militar que el subcontinente jamás había conocido, esperaban ansiosos al ratón.

Un ratón de más de 50.000 guerreros nómadas veteranos de la batalla de Las Llanuras de Kashgar contra el Sultanato Turco.
 
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Khanato de Gaochan
(Budismo Chino Nómada Nación Abierta)
Kemal Khan, Señor de Gaochan.
Diplomacia:

Tras la victoria sobre el sultanato Turco y su famosa caballería de élite, el guerrero Kemal Khan, adorado como a un dios entre sus hombres, tenía ante sí todo un abanico de posibilidades entre las que elegir su próximo movimiento. Aunque su primera prioridad fue realizar grandes inversiones en mejorar la calidad y las tácticas de las armas de infantería y caballería, el Khan prestó toda su atención a la llegada de jinetes a caballo llegados de las estepas, quienes prometían la ayuda de las grandes hordas de Saraba y Kerait si al final Gaochán decidía dar el golpe definitivo contra el Sultán y su famosa caballería. En el lejano Oeste aguardaba la taimada Europa, y al sur todo un continente de hindúes enfrentados entre sí, repleto de riquezas y ricas tierras de cultivo. Y, por supuesto, el Sultanato, en apariencia débil en su moral tras la derrota y prácticamente a sus pies.

Mucho debió meditar el Khan acerca de su futuro; emisarios que hablaban de guerras fratricidas en la India, así como de tratos de favor por parte de las naciones hindúes a cambio de los servicios que pudiese prestar el Khanato como guerreros, llegaban a diario al campamento. También llegaban las amenazas del Sultán, al parecer en mucha mejor situación de lo que Kemal podía imaginar al haber recuperado gran parte de sus tropas y recibido el apoyo moral y económico tanto de sus religiosos como de los vecinos reinos musulmanes. Entre todo aquel barullo de enviados y emisarios, diplomáticos camuflados y simples propagadores de rumores, el Khan decidió al fin partir al sur con la intención de entrar en la India a sangre y fuego: si había podido derrotar al gran ejército turco, ¿qué no podría lograr en aquellas tierras vírgenes de guerra con su gran horda sedienta de más honor y riquezas?

Sin más preámbulos, despidiendo con cortesía a los jinetes llegados desde las tierras ocupadas por el Khanato de Saraba y el de Kerait, y quienes le advertían de que la empresa India llevaba el aroma del veneno impregnado en todos sus poros, Kemal Khan ordenó la partida hacia sur. Tras cruzar el Himalaya, y merced a la ayuda prometida por parte de Punjab –cuyo Rajá proporcionó guías suficientes como para que el tránsito por el territorio desconocido fuera rápido y tranquilo–, el Khanato de Gaochán arribó al fin a la frontera con Tarain, entrando en tierras enemigas al galope, listos los hombres para la batalla.

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LA BATALLA DE TARAIN

 

Fue a finales del mes de Marzo del año 1101 cuando Gaochan atacó al fin las tierras de Tarain.
Como ya se ha contado, el conglomerado de tropas hindúes sumaba más de 45.000 guerreros, descansados y bien situados en los numerosos fuertes y posiciones defensivas, armados con suficiencia y equipamiento pesado y dirigidos por la flor y nata de la clase noble de toda la India. Frente a ellos, los 50.000 guerreros nómadas del Khanato de Gaochán, los victoriosos frente al turco, comandados por el gran Kemal Khan "El de Largas Trenzas". Pese a la confianza acumulada de meses de entrenamiento, pese a que los hindúes jamás habían logrado unir un conjunto militar tan descomunal, cuando desde las fortalezas de Tarain vieron llegar a la terrible nube de nómadas que integraban la famosa horda guerrera de Gaochán el miedo recorrió las filas indias como un gigantesco escalofrío.

La entrada se produjo por la frontera con Sahis, guiadas las tropas del Khanato con eficiencia por los guías proporcionados por el vecino rajputado de Punjab. Sin solución de continuidad, sin que Kemal Khan supiera todavía contra qué se estaba enfrentando en realidad, la horda se lanzó al ataque como un solo hombre.
Los primeros combates fueron desastrosos para la coalición hindú; lastrada la efectividad en las órdenes por la desastrosa presencia y continuas intervenciones desafortunadas del Príncipe Dil'Bahadur de Tarain, resultó terriblemente difícil a los generales y nobles hindúes contrarrestar la carga negativa que suponía para la moral de las tropas la presencia del heredero al trono de Tarain. Dil'Bahadur, conocido como "El de Corazón Dorado" por su pueblo, era no menos conocido entre sus tropas por su notoria ineficacia como guerrero y líder, así como por sus continuas meteduras de pata en las relaciones con los otros mandos. Además de la carga nefasta del Príncipe Dil'Bahadur, pronto se hizo evidente que las esperadas tropas del Rajputado de Punjab se retrasaban. Pasó un mes de combates, y luego dos, y los hombres de Punjab nunca llegaron a Tarain. ¿Los habrían traicionado?

Aun con ello, la superioridad en equipamiento de los hindúes se impuso a la poco significativa superioridad de fuerzas de Gaochán; pese a que la habilidad de la caballería nómada era tremendamente superior a la de sus enemigos, las armaduras en las monturas de los defensores, unida a las de sus jinetes, equilibraban con mucho las cosas. Y si bien el combate pareciera igualado, lo cierto es que poco a poco las fuerzas del Khanato eran mermadas sin descanso.

Tras unos pocos meses de combates y treguas no declaradas, más de 90% de los guerreros nómadas habían sido ya aniquilados, capturados o se encontraban en franca huida del campo de batalla ante la confirmación de que el enemigo se había demostrado mucho más fuerte de lo que jamás habían esperado. Los hindúes, con un conjunto de bajas de apenas el 15% del total inicial, pese a ganar con suficiencia la Batalla de Tarain sufrieron un enorme problema de coordinación entre mandos que condujo a la coalición al borde del desastre: la gran desinformación existente entre los diferentes miembros de la plana mayor, unida a la disparidad de opiniones acerca del resultado de la batalla y las numerosas y contradictorias informaciones sobre el número de bajas del enemigo convencieron las tropas de que, en realidad, era Gaochán quien estaba ganando la guerra. En un suceso absurdo sin igual en la historia escrita de la humanidad, el gran ejército vencedor de la Batalla de Tarain se lanzó a una huida desbocada, carente de la menor organización, que trajo como consecuencia el sufrimiento de enormes bajas en los ejércitos hindúes.
 
Las tropas hindúes se reagruparon en la región de Uttar Pradesh, salvo las pertenecientes al Reino de Tarain que huyeron en direccion a Chitor. Finalmente, la coalición defensora perdió unos 10.000 soldados entre las batallas y la terrible retirada. Pero cuando al fin se confirmó el resultado real del conflicto la alegría se disparó entre los hombres y nobles hindúes. Habían vencido a la gran Horda de Gaochán, la cuál se retiraba a duras penas hacia la región vecina de Sahis. Fue entonces cuando los nobles y generales se preguntaron por primera vez en mucho tiempo por el ejército del Rajputado de Punjab, el cuál nunca había llegado al combate. ¿Qué había pasado?

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LA MASACRE DE SAHIS.

Cuando el último hombre de la horda de Gaochán cruzaba las fronteras con Tarain, en Marzo de 1101, para iniciar el ataque que acabaría en fracaso, los guerreros de Punjab se prepararon para seguir a los nómadas cerrando la trampa a sus espaldas. Al mando de los ejércitos de Punjab se encontraba el famoso General Jur-Ehdana, tan hábil estratega como diestro guerrero.

Y entonces, el General Jur-Ehdana murió.

Nadie en todo el ejército del rajputado se atrevió a substituir al General caído; la responsabilidad de defender con sus habilidades el futuro de toda una nación era demasiada para los generales y nobles de Punjab, y para consternación del Rajá sus ejércitos se quedaron acampados en Sahis sin dar un solo paso al frente, poniendo en terrible peligro todo el plan de la coalición hindú. Quién sabe qué habría podido pasar si la suerte de los combates hubiera sido propicia para Kemal Khan, en lugar de sonreír a los defensores de la India, si en el momento de mayor trance la falta de los guerreros de Punjab hubiera sido el factor desequilibrante en la Batalla de Tarain.
Pero la historia fue otra; en Junio del año 1101 el gran Kemal Khan, vencedor en las llanuras de Kashgar, azote de los tibetanos, murió durante la retirada al caer de su caballo muerto y ser arrollado por sus propios hombres. El resto de los líderes de confianza del Khan habían muerto durante la batalla, y cuando Kemal Khan murió apenas quedaban dos capitanes menores en pie, entre los cuales destacaba un fiero guerrero llamado Berk.
Berk tomó el mando de las diezmadas tropas de Gaochán durante la retirada, a sabiendas de que a la menor oportunidad debería luchar contra el otro guerrero y quizá hasta dividir lo que quedaba de la horda en dos con tal de lograr sobrevivir a una purga intestina que, en las circunstancias en que se encontraban, sería peor que otra batalla contra el enemigo. Pero aquella lucha entre iguales jamás tuvo lugar: cuando los restos del Khanato llegan a Sahis, descubrieron consternados que los ejércitos de Punjab no habrían podido acudir a la Batalla de Tarain... pero sí se encontraban ahora listos para el combate en perfecta formación. Apenas sumaban unos 8.000 hombres, pero con su horda recién salida de una batalla, Berk apenas logró dar contadas órdenes antes de verse de nuevo rodeados por aquel nuevo ejército, fresco de combates y ansioso por bañar sus armas en sangre nómada. Los pocos hombres de Gaochán que lograron escapar de la provincia de Tarain dejaron su piel en Sahis. Ninguno sobrevivió.

Para el Rajputado de Punjab las cosas acabaron mucho mejor de lo esperado. Pese a la muerte del Rajá Rajyavardhana, en el año 1102, la ascensión al trono del Príncipe heredero Darlana fue incruenta y relativamente tranquila. Y como único coste de la temida campaña contra los nómadas, apenas medio millar de hombres murieron durante los combates en Sahis.

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LA TERRIBLE SUERTE DE DIL BAHADUR

Las muertes de los Rajás de Punjab y Nasik no habrían de ser las únicas entre la clase regente de las naciones hindúes en aquel convulso periodo de tiempo.
Tras la Batalla de Tarain donde se había puesto punto final al largo caminar de la temida horda nómada de Gaochán, las tropas del reino estaban muy animadas; pero el ánimo duro poco tiempo. Las pérdidas  humanas, aunque grandes en conjunto, eran mucho mas reducidas de lo que hubiesen podido esperar; así que el Príncipe Dil Bahadur –quien se había distinguido durante la batalla por su ineficacia– y el General Gupta no tuvieron problemas en reagrupar a sus tropas durante los meses de Junio y Julio; Ya en Agosto, Dil Bahadur regreso a Tarain a continuar con su labor de defensa del reino.

Entonces, su padre Tatyardanhana II, falleció.
 
Los acontecimientos se precipitaron; los señores de Ajmer y Jats, recordando aún demasiado vívidamente las burdas intervenciones del Príncipe Heredero durante la batalla contra la horda, no tardaron en abandonar a su suerte al nuevo Rey. La región de Chitor se rebeló también, pero el General Gupta impuso la fuerza de las armas sobre la misma rindiéndola con rapidez, y posteriormente sobre la ciudad de Culcat. Pero no se detuvo allí: con el respaldo de los nobles de la región y el grueso de los ejércitos, Gupta avanzó sobre Tarain dispuesto a librar al reino del patán redomado que había asumido el mando por derechos de sangre, cogiendo por sorpresa a Dil’Bahadur en su intento de usurpar el trono.
 
La absoluta falta de carisma de Dil Bahadur le salió muy cara, y aunque logró mantener leales junto a sí a los numerosos fuertes de la región, su ejército personal le traicionó uniendose al General Gupta. El nuevo Rey Dil Bahadur escapó a sus propios soldados no sin sufrir terribles heridas, poniéndose al frente de las escasas defensas aunque bien sabía que poco podía hacer ante la evidente superioridad de su enemigo. Resistió durante meses los ataques de Gupta, hasta que el último de sus leales soldados fue aniquilado, y se retiró entonces hasta la ciudad de Delhi. Era Mayo de 1102.
El inevitable asedio de Delhi dio comienzo en Julio de 1102, con la región completamente controlada por el enemigo. Dil Bahadur no podía sino rezar tras los fuertes muros de la ciudad...

Y, milagrosamente, las plegarias de quien era conocido como "el de Corazón Dorado" fueron escuchadas por los dioses.
 
El Rey Dil Bahadur estaba dispuesto a negociar la rendicion de la ciudad en un intento de salvar su vida cuando se hizo evidente que las existencias de alimentos ya se habían acabado. Pero de pronto, en Enero de 1104, quizá el mismo día en que iba a rendir las defensas, el asedio se rompió.
Pocos días mas tarde llegó la noticia de que el General Gupta había muerto en su tienda de campaña, sin recibir una sola herida o haber quejado de mal alguno. Las perdidas habían sido enormes en ambos bandos, pero ahora Dil Bahadur pudo al fin recuperar el control del ejército el cuál, aunque a regañadientes, reconoció la legitimidad del Rey. Así, la guerra civil en Tarain terminó tal y como había empezado: de repente.
Aunque la región de Tarain fue recuperada por la corona, Chitor seguía albergando sentimientos independentistas y se negó a regresar al seno del reino. El Reino de Tarain se vio reducido a una sola región cuando la ciudad de Jatpur decidió también revelarse.
 
« Última modificación: 31 de Enero de 2007, 09:16:19 am por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #4 en: 27 de Diciembre de 2006, 04:10:37 pm »
Rajputado de Rajput
(Budismo Hindu Civilizado Nación Abierta)
Mahide, Raja de Rajput
Diplomacia:
 
Los años de la guerra contra los nómadas estuvieron marcados por los constantes reclutamientos de nueva caballería, así como por las numerosas construcciones de fuertes y el levantamiento de poderosas murallas en Benares y Patna. Mahide había decidido que invertir en aspectos militares, tal como se presentaba el futuro, era invertir en salud.
Ya en Tarain, y merced a los importantes esfuerzos del General Datamara, se firmó un importante tratado de No Agresion con el reino vecino de Tarain. Para reforzar el acuerdo se celebró, no sin cierta precipitación, un matrimonio de estado entre el Príncipe Dattatreya de Tarain y la hija mayor del Rajá Mahide, la bella Chandramitra de catorce años de edad y hermosos cabellos del color del cuero joven.
 
El gran Hanhu regresó tras los combates con Gaochan pese a los problemas internos del Reino de Tarain. Como así ocurrió con el resto de naciones hindúes, el tratado no obligaba a la intervención en los problemas de sucesión a la corona, de modo que los hombres de Rajput partieron de Tarain dejando al legítimo heredero Dil'Bahadur en una muy difícil situación.

 
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Rajputado de Nasik
(Hinduismo Marítima Nación Abierta)
Bohja, Rajá de Nasik.
Diplomacia:
 
Akshay el Viajero no detuvo sus trabajos tras las demostraciones que dieron paso a las primeras bombas incendiarias. Hombre de incontenibles inquietudes, no tardó en dedicar sus intereses a las obras  civiles, en concreto a la circulación del agua estanca y al diseño de nuevos acueductos de gran caudal; en aquellos años publicó con el patrocinio incondicional del Rajá varios libros teóricos de gran aceptación en todo el mundo oriental, técnicas que redundaron en notables mejoras y avances tecnológicos en muy diversas áreas. Su trabajo le había asegurado un alto nivel de vida para lo que le quedaba de ella, pero Akshay no pensaba detener su enorme impulso hasta que no lograse mejorar la existencia de sus compatriotas.

Aunque las nuevas formulaciones teóricas del sabio Akshay llamaron la atención en los ámbitos científicos y culturales de la época, no cabe duda de que los acontecimientos que marcaron aquel lustro fueron los combates contra la gran horda de Gaochán y la inusitada coalición hindú que plantó cara a la migración nómada con éxito. En los meses precedentes a la Batalla de Tarain, numerosos hombres jóvenes y en la reserva de Nasik fueron llamados a filas voluntariamente o a la fuerza, y enviados al reino vecino para luchar contra el enemigo común. El propio Rajá Bhoja pasó varios meses mejorando relaciones en Tarain; pese a que los servicios secretos de Nasik dieron todo tipo de informaciones falsas o incompletas, tras numerosas dificultades el Rajá logró consensuar un tratado de No Agresión (aunque su intención siempre fuera la firma de un acuerdo de mayor alcance).
El Rajá Bhoja murió en Tarain en Diciembre de 1100 y Jaganat le sucedió; tras el combate con Gaochán, el nuevo Rajá regresó rápidamente a casa para ser coronado de forma oficial, evitando problemas internos que pudieran enturbiar la gran victoria sobre el enemigo.
 
Y mientras todo aquello sucedía, el General Daladhisvara viajó hasta las lejanas tierras de Afghanistán, donde en virtud del tratado existente entre ambas naciones fue muy bien recibido por el Imperio Ghazni. Las tropas que acompañaban al General se situaron en posiciones defensivas, como muestra de apoyo al gran socio comercial del Rajputado que era el poderoso Imperio musulmán. Por desgracia, la repentina muerte de Daladhisvara en Junio de 1101 tuvo como consecuencia que las tropas de Nasik regresaran a Surashtra mucho antes de lo esperado.


 --------------------
 
 
Rajputado de Uttar-Pradesh
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Samprati, Rajá de Uttar-Pradesh
Diplomacia: Pawar  (-1Yfc)
 
Todo el pueblo del rajputado, nobles como campesinos, clases sacerdotales como esclavos, conocían el carácter guerrero de su gran Rajá. Samprati se había dedicado a ampliar las fortificaciones de la nación, y a aumentar el tamaño y la calidad de sus ejércitos hasta límites jamás vistos en la zona del subcontinente hindú. Era difícil que a su edad variara sus políticas, así que a nadie extrañó que su primera acción del año 1100, máxime cuando se temía la llegada de la gran horda de Gaochán, fuera asegurarse de que las murallas de Jodhpur y Gulbarga se ampliasen. Aquellas dos ciudades servirían de refugio si el plan conjunto contra los nómadas no marchaba bien. También ordenó nuevos reclutamientos masivos con el fin de enviarlos a Tarain junto al ya de por sí enorme ejército de Uttar Pradesh, aunque donde más dinero invirtió el Rajá fue en fortificar las fronteras y los puntos defensivos clave de las regiones de Uttar Pradesh y la recién conquistada Pawar.

Por si fuera poco, las continuas inversiones en entrenadores especializados venidos de todo el mundo oriental y occidental, así como en equipamientos pesados, lograron finalmente que las unidades de caballería del rajputado mostrasen importantes mejorías tanto en destreza individual como en efectividad colectiva. Aquel aumento significativo en las fuerzas a caballo de la nación se demostraron claves durante la gran Batalla de Tarain (ver NF de las guerras Indias).
 
Las tragedias no tardaron en llegar; mientras que el general Nanak fallaba estrepitosamente al tratar de mejorar las relaciones con la recién conquistada Pawar –hasta el punto de estropearlas–, el Príncipe heredero Shinto moría en 1101 en Tarain, mientras trataba de mejorar las relaciones internacionales para poder firmar un tratado –sin conseguirlo–. Para colmo de males, el gran Rajá Samprati murió para gran dolor del rajputado durante el mes de Febrero de 1102. Su sobrino y nuevo heredero, el Príncipe Mahudi, se alzó como Raja sin oposición alguna, pues la fuerza entre el pueblo de la estirpe real era enorme en aquel tiempo. Heredó el que se había convertido por pleno derecho en la nación más fuerte y militarizada de toda la zona. Qué haría el nuevo Rajá con toda aquella fuerza estaba aún por verse. 
 
« Última modificación: 27 de Diciembre de 2006, 04:20:12 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #5 en: 06 de Enero de 2007, 12:44:46 pm »
Reino de Kanem-Bornu
(Chií Islam Bárbaro Nación Abierta)
Butaiyin III, Rey de Kanem-Bornu
Diplomacia:

La enorme expectación despertada en el reino acerca de cuáles serían las primeras acciones del joven Rey Butaiyin III se vieron colmadas sobradamente cuando a finales del año 1104 se finalizaron las obras de pavimentado de los viejos caminos que unían Ngazargumu y Bumka; se cuenta que las órdenes precisas del poco experimentado Rey eran bastante contradictorias, pero su voluntad fue comprendida por los diferentes ingenieros quienes se encargaron de adecuarlas a la realidad. El resto de inversiones fueron a parar a mejorar las infraestructuras de algunas provincias, así como a equipar a los reclutas que formaron las nuevas unidades de infantería pesada -formada a partir de los mejores y más veteranos soldados del reino- e infantería ligera.

Fueron años en los que destacó de modo notable la terrible inactividad de toda la clase noble del reino, con la única excepción del importante enlace matrimonial entre la princesa Butaiyina, hermana del nuevo Rey, con el  el casamiento entre la princesa Butaiyina con el príncipe Bisrh Khalid, nuevo heredero del califato y hombre conocedor de las tierras del sur merced a sus constantes viajes en el pasado reciente. Además de tan importante enlace, sólo hubo de celebrarse el nacimiento de la primera hija del Rey Butaiyin III, la que se esperaba sería primera de una larga progenie de grandes líderes.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #6 en: 06 de Enero de 2007, 12:47:09 pm »
Tribu de Sudán
(Pagano Africano Bárbaro Nación Abierta)
Ngoupu "El León", Gran Jefe de las tribus de Sudan
Diplomacia: Goroul (+1 Yfc), Hausa (+7Yfc)

Muchas inversiones se destinaron a mejorar las capacidades de gobierno del Gran Jefe Ngoupu, quien dedicó su tiempo a mantener el control de la administración en sus manos. Gracias al trabajo del Gran Jefe, y a los esfuerzos diplomáticos realizados por uno de sus lugartenientes, tanto la región pacificada de Goroul como la de Hausa acercaron en mayor o menor medida sus posiciones a las de la tribu hegemónica del Sudán.

Además de los importantes avances burocráticos, en aquellos años se dejó sentir la mejoría de la efectividad de la infantería, ahora dotada de innovadores equipamientos y tácticas de combate, así como el pavimentado con ladrillos y piedras del antiguo camino entre Gao y Timbuku. Se inició además el pavimentado de la que sería en su día la nueva carretera entre Gao y Sumoba.
(DATOS DE LA NACIÓN NO ACTUALIZADOS)
[/b]
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #7 en: 06 de Enero de 2007, 12:48:28 pm »
Reino de Zeila
(Pagano Africano Marítima Nación Abierta)
Zayed, rey de Zeila
Diplomacia:

El anciano Rey Zayed siguió destinando casi todo el tesoro a mejorar las infraestructuras del reino, aunque no sin desviar importantes cantidades económicas con las que se equipó a varias nuevas unidades de infantería con entrenamiento especializado, unidades que habrían de ser la cabeza de lanza de la defensa de Zeila.

Todos los otros generales y nobles de la nación pasaron sus años controlando las defensas del reino; tan sólo se dejaron ver en las postrimerías del año 1104 de la Era Vulgar, cuando el buen Rey Zayed falleció de extrema vejez a sus 74 años en la ciudad de Zeilandia. El movimiento de los posibles candidatos al trono fue notorio, aunque de escasa fuerza o intensidad, tal vez a causa de la nula preparación en cuestiones cortesanas de aquel grupo de Generales con una carrera eminentemente militar. Así pues, nadie se alzó de forma significativa contra el heredero Tahud Muhte, quien pese a gozar de una triste fama por no destacar en ningún campo acabó siendo proclamado nuevo Rey de Zeila sin mayores contratiempos.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #8 en: 06 de Enero de 2007, 04:07:49 pm »
Reino de Venecia
(Cristiano Romano Marítima Nación Abierta)
Tazio Aleixandre, Rey de Venecia
Diplomacia: Marseilles (Fa), Florence (Fa).
 
Si la economía de Venecia era rica y floreciente merced a sus muchos ingresos, no eran menos importantes sus muchas deudas y necesidades. La falta de alimentos obligaba constantemente al Rey Tazio a realizar compras a precios absurdos a su vecino el Rey de Italia; era un gasto perpetuado en el tiempo, pero tan necesario como el aire. Pero no sólo fue el grano y los animales de Italia quienes se llevaron gran parte del tesoro veneciano, sino que habría de sumarse tanto la periódica salida de capital con destino al califato Fatimí para la consecución del Gran Canal como el préstamo de oro enviado al Imperio Bizantino. Ser la gran potencia económica del mundo conocido tenía un precio.

En el espectro interno, aparte de las importantes inversiones en burocracia y gobernabilidad poco habría de reseñarse de aquellos primeros años del siglo XII. El Rey Tazio dedicó su tiempo a controlar el impresionante aparato burocrático de la nación, mientras que el resto de generales y nobles trabajaban aspectos diplomáticos que produjeron enormes avances en las relaciones de Venecia con las ciudades de Marsella y Florencia. Sólo el notable Nazzaro di Napoli, afamado diplomático respetado en toda la franja del mediterráneo, logró mejoras menores en su empeño de dar entrada a la gran ciudad de Roma en el cuerpo de la nación veneciana; Nazzaro di Napoli, quien había al fin logrado hacer entender a los líderes locales que el camino de Roma junto a Venecia no tenía por qué ser peor que el trazado entre la ciudad y el pontificado cristiano, no consiguió redondear sus esfuerzos con un tratado de mayor calado al morir la noche del catorce de Marzo del año del Señor de 1102 en sus habitaciones en Roma, tras despertar a todo el servicio con unos espantosos alaridos de puro terror. El noble veneciano fue encontrado muerto, los ojos abiertos a causa del horror, la lengua seccionada por sus propios dientes y las ropas de la cama repleta de sus fluidos corporales al habérsele aflojado los esfínteres en los segundos precedentes a la muerte. Fuera lo que fuese que Nazzaro di Napoli vio o creyó ver fue lo bastante poderoso como para conducirlo junto a nuestro Señor de manera fulminante.

Las noticias llegadas desde Francia y que hablaban de la triste muerte del hermano del Rey, el Príncipe Federico Aleixandre, tras batirse en duelo mortal con el gran Maestre de la Orden de los Píos Caballeros de San Andrés (ver NF de la Orden de San Andrés), o la del Almirante Umberto –quien encontró la muerte en el puerto de Venecia al mando de toda su flota–, pasaron a un plano muy secundario cuando en Agosto del año del Nuestro Señor de 1104 se supo que Córdoba había atacado y tomado la ciudad de Ceuta al asalto (ver NF de Córdoba). Negras nubes apuntaban en el horizonte. 

Muy negras.
« Última modificación: 06 de Enero de 2007, 11:13:52 pm por Uve »
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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #9 en: 08 de Enero de 2007, 09:18:00 am »
Khanato de Helionkang
(Paganos Asiáticos Nómada Nación Abierta)
Thugradjin Khan, Señor de Helionkang.
Diplomacia: Tari-Nor (F), Tumet (A), Ayaguz (F), Shan (A), Khalaka (F), Turfan (F)
 
De camino hacia la región de Tumet, donde Thugradjin Khan había previsto liberar al General de Liao Shangu Wen, la gran horda de Helionkang atravesó Tari-Nor, donde varios cientos de nuevos guerreros se unieron al Khanato abrumados por el poder de tan enorme ejército y por el carisma inmenso de su líder. Una vez en Tumet, ya liberado el asustado general Wen, también el khan local se puso a disposición de Thugradjin junto a todos sus hombres.
  
El recorrido posterior del Khanato no fue, para desgracia del gran Thugradjin, tan productivo como hubiera deseado. Tras desplazarse hacia el norte y atravesar la región de Dalai Nor, donde nuevas tropas se añadieron a sus fuerzas, el Khanato llegó tiempo después a la región esteparia de Jilin. Se decía que allí había gran cantidad de fieros guerreros, curtidos por la dureza de la tierra yerma, el frío a la intemperie y las lluvias bajo un cielo sin más protección que los cabellos de sus cabezas.
Y todo era cierto; cerca de 20.000 guerreros, acompañados de sus familias, se preparaban por aquel entonces para abandonar unas provincias que ya no podía mantenerlos. Su líder, una mujer huraña con una gran ambición llamada Töregene Khatun, no reaccionó como cabía esperar a la vista de las incontables huestes de Thugradjin: en cuanto la horda de Helionkang atravesó las fronteras de su región, ordenó una carga mortal. La batalla fue cruenta e inmisericorde; tras dos días de lucha, todos los hombres y mujeres de Jilin habían sido muertos junto a su fiera Khatun: aunque la provincia se rindió al Khanato de Thugradjin, ningún guerrero de la zona acabó uniéndose a los ejércitos del Khan, quien había perdido en la batalla a casi 2000 hombres. Thugradjin, quien deseaba contraer matrimonio en Jilin con alguna mujer de buena posición que lo ayudara a atraer las simpatías de los líderes locales, tras concluir la batalla pasó a sangre y fuego por varios poblados hasta que encontró a una joven hermosa a la que secuestró, violó y luego desposó. Todo aquello ocurrió durante el año 1101.

Pero no acabaría en Jilin el movimiento del Khanato. Thugradjin dio la vuelta encaminándose poco después hasta las estepas de Sungari, donde se encontró con la inmensa horda de Saraba. La gran horda guerrera de Tukeban Khan estaba compuesta por aquel entonces por más de 200.000 hombres; pese a que Thugradjin no sabía contar, la visión de aquel heterogéneo ejército cuyo final se perdía más allá del horizonte fue un shock del que apenas logró reponerse. Muy cerca estuvo de unirse al Khanato más poderoso del mundo, aunque finalmente decidió mantener su independencia y el encuentro se saldó de forma amistosa, con ambas partes respetando al contrario y con aquellas poderosísimas fuerzas nómadas abandonando la región por distinto lugar.

Después del encuentro con el Khanato de Saraba ya nada fue igual para Thugradjin Khan. Había comprendido que todo pasaba por fortalecer su ejército en mucha mayor medida de lo que imaginara cuando años atrás abandonó las estepas de Helionkang; sin atreverse a descansar dirigió a sus hombres hasta Chitin –donde no quedaba un solo guerrero en edad de combatir–, y luego a Uigur, lugar en que encontró una importante fuerza defensiva que se negó a unirse al khanato (al menos, esta vez sin presentar batalla). Después atravesó Ayaguz, Shan, Khalaka y Turfan, lugares donde consiguió nuevos hombres y hasta un nuevo líder para sus tropas, así como Besharlik, Tarin y Tsinghai, de donde no obtuvo nada.

Nunca sabría Thugradjin Khan lo cerca que pasó de la destrucción más injusta cuando una gran epidemia de enfermedad pulmonar arrasó la ciudad de Ning Chiang Fu poco después de que el Khanato atravesara la región de Kutai.
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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #10 en: 08 de Enero de 2007, 09:38:24 am »
Califato Ummayid de Córdoba
(Sunni Islam Civilizado Nación Abierta)
Sulayman,
Diplomacia: Gharnata A, Balansiyya Fa, Extremadura NT.

Hay un proverbio árabe que dice: “la primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mia”
Teniendo en mente estas sabias palabras, Sulayman había ya tomado una decisión en la primavera de 1100, respecto a como actuar ante el desafió de los venecianos, que habían permitido a los siervos del Obispo de Roma, instalarse en Ceuta.
Sin embargo Sulayman no era un hombre que se precipitase en sus acciones, y por ello muchas cosas hubieron de ocurrir antes de que finalmente el asalto a la ciudad de Ceuta se produjese, a finales de 1104.
La mayor parte de los ingresos del califato se destinaron a dos objetivos totalmente distintos, por un lado nuevas leyes fueron promulgadas, penalizando por medio de impuestos especiales el uso de esclavos, y ofreciendo diversas ventajas a aquellos propietarios que los liberasen.
Por otro lado, y previendo las posibles reacciones ante las acciones que en breve se desarrollarían en Morroco, el Hajib, decidió sufragar la construcción de gran cantidad de fuertes en puntos estratégicos a lo largo y ancho del califato. Estas construcciones, y sus guarniciones se sumaron a las ya existentes, creando un muro que a ojos de los súbditos cordobeses era sin duda inexpugnable.
No se descuidaron tampoco las tareas diplomáticas, e importantes mejoras en las relaciones con Gharnata y Balansiyya, restauraban el antiguo status quo, pese a que en Balansiyya la inesperada muerte de Andres Ibn Mosul, antiguo emir de Castilla, en el año 1102 de la era cristiana, malogro el resultado de sus gestiones, que podría haber sido mejor. Las noticias que hablaban de un enrarecimiento de la situación en la ciudad de Palermo entre la gente de la Umma llegaron casi a finales del año 1104 de la era cristiana, por lo que el Hâjib no tuvo margen de maniobra para afrontar el incipiente problema (ver NF del Califato Fatimí).
Otra muerte, la del general Bassam en 1101, afecto a los planes del Califato, pues el general apenas firmo algunos acuerdos de escasa importancia con los gobernantes de la región.
Pero lo que realmente transcendería la mera rutina del poderoso califato ibérico, fueron las gestiones y acciones que llevaron a cabo por un lado el general Achraf Amar, y por otro el general Samir.
Mientras Achraf tomaba el mando de los mercenarios cariotas contratados tiempo a, por el Hajib, el noble Samir viajo hasta el Cairo. Allí Samir negocio durante un año en con el mercenario Riwan y su grupo, año en el que Riwan no daba una respuesta clara, esperando probablemente  valorar otras ofertas. No obstante al final Riwan accedió a la generosa oferta de Samir, y así emprendieron el camino de regreso a Morroco.
Aunque se esperaba la llegada de Samir y Riwan antes, esta no se produjo hasta Julio de 1104, lo cual obligo a Achraf a precipitar las cosas, no tendría opción de reintentar el ataque si fallaba, así que debía asegurarse de tomar la ciudad de una vez.
Los numerosos mercenarios cariotas, bajo el mando de Achraf, se lanzaron sobre la ciudad de Ceuta en un inesperado asalto en Agosto de 1104, y el terror se apodero de los habitantes de la ciudad al ver como los escasos defensores de la ciudad caían rápidamente ante los poderosos y numerosos ingenieros mercenarios, que apenas sufrieron un par de docenas de bajas.
La única perdida lamentable de Córdoba, fue la muerte de Samir durante el asedio, y una herida que relego a Riwan a la retaguardia, pero antes de que finalizase el mismo mes de Agosto la ciudad de Ceuta callo indefensa en manos cordobesas.
Septiembre de 1104, fue el mes en el que se aseguro la ciudad, y se expropiaron las posesiones de la iglesia, mientras los representantes de Roma eran detenidos y encerrados a la espera de su destino.
Mientras las fuerzas mercenarias imponían la ley marcial en la ciudad, Achraf hizo la siguiente proclama, la cual había sido ya enviada por medio de uno de los mercaderes situados en la ciudad a la misma Venecia:

“Según lo establecido en el tratado entre Córdoba y Venecia para la cesión de la ciudad de Ceuta, al incumplir las condiciones del pacto el reino de Venecia ha perdido todo derecho a tener una ciudad en la región de Morroco.

Como consecuencia las tropas de Córdoba han tomado el control sobre la ciudad de Ceuta.

Las vidas y los bienes de los ciudadanos ceutíes han sido y serán respetados. No se va a producir saqueo alguno ni ninguna muerte de aquellos que no se resistan.

Los agentes papales en Ceuta serán mantenidos en custodia y sus bienes confiscados.

Los ciudadanos ceutíes serán totalmente libres para irse, tomando con ellos todas sus posesiones. Se acordará con el rey veneciano un lugar neutral donde pueda recoger a sus súbditos, para llevarlos a donde desee. Con ellos se irán también los agentes papales, para que el rey veneciano disponga con ellos como prefiera.

Como gesto de buena voluntad se les entregará a los ceutíes el dinero obtenido de la confiscación de los agentes papales. Que por una vez el oro del Papa sirva para ayudar a los cristianos en lugar de causarles problemas.

El Hajib quiere expresar su pesar porque haya ocurrido este conflicto, e invita al rey veneciano a abrir una nueva etapa en las relaciones entre Venecia y Córdoba volviendo a la tradicional amistad de hace no tantos años, antes de una serie de lamentables acontecimientos. Que la paz y el comercio vuelvan a ser la divisa de Venecia; que esta nueva Venecia vuelva a ser la amiga de Córdoba y de todos sus vecinos.


Así lo proclama el Hajib de Córdoba, Sulayman Ibn Abi Amir Ibn Al’ Manssur, y que así lo disponga Allah el Victorioso si ése es su deseo.”
« Última modificación: 10 de Enero de 2007, 01:01:30 pm por Uve »
"Supongo que había que inventar las camas de agua. Ofrecen la posibilidad de beber algo a media noche sin peligro de pisar al gato."

Gm en Lote53

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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #11 en: 08 de Enero de 2007, 10:40:15 am »
 
Reino de Liao

(Budismo Chino Civilizado Nación Abierta)
Yelü Xiuge, Rey de Liao.
Diplomacia: Dading (A), Tumet (Fa).

La cercanía de los enormes Khanatos de Helionkang y, sobre todo, Saraba, condicionaron por completo la política administrativa del famoso Rey Yelü Kiuge. Salvando contadas inversiones en las estructuras internas de la región de Hsuing'nu, todo el tesoro se destinó a fortalecer el entramado defensivo del reino, construyéndose gran cantidad de fortalezas la misma Hsuing’Nu, así como en la sureña región de Bao Ding.  
El joven Rey Yelu contrajo matrimonio al fin durante el año 1101 con una hermosa noble de la ciudad de Dading como parte de sus compromisos diplomáticos con los líderes locales; ayudado por el general Li Keyong, el enlace real impulsó los acuerdos logrando que la ciudad se declarase abiertamente aliada de Liao, y su líder principal, el noble Zu Shangu, pusiera sus hombres y sus propias capacidades al servicio del joven Rey.

El general Keyong viajó después hasta la región de Tumet, donde la horda de Helionkang liberó finalmente al cautivo Shangu Weng cumpliendo con la palabra dada al Rey Yelu (ver NF del Khanato de Helionkang). El recién liberado general Weng colaboró con Keyong en sus labores diplomáticas, las cuales dieron como resultado la firma de todo tipo de nuevos acuerdos con los líderes locales.

Todo cuanto quedaba al frente en el futuro cercano de Liao era la posible llegada de la horda de Saraba, y para ello se dispusieron todos los ejércitos del reino, con el Rey Yelu a la cabeza de la defensa de Hsuing'nu, apoyado por los nobles Zhu Wen y Zu Shangu, y el resto de generales al mando de sus tropas en Bandao y Manchou. El golpe iba a ser terrible. ¿Estarían preparados...? (Ver NF del Khanato de Saraba)
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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #12 en: 08 de Enero de 2007, 11:03:02 am »
Khanato de Saraba
(Pagano Asiático Nómada Nación Abierta)
Tukeban Khan, "El Rayo que Cabalga"
Diplomacia: Mongolia (F), Kajar (F), Harbin (F), Parhae (F)
 
Los inicios del nuevo siglo, si es que aquel tránsito de fechas procedente del calendario de los remotos cristianos europeos significaba algo para Tukeban Khan y sus hombres, estuvieron marcados por un hecho sin precedentes en la historia de Asia que distinguiría al Khanato de Saraba del resto de las hordas conocidas a partir de ese instante; tras años de pequeñas pero meditadas inversiones, de contratar sabios, contables y administradores llegados de todo el continente, en las tierras de Mongolia se produjo el desarrollo de un modesto pero eficaz sistema de gobierno que fortaleció enormemente las capacidades organizativas del Khanato; con todo un conjunto de nuevos nobles feudales, cada uno de ellos responsable de sus gentes y ejércitos, alrededor de la figura del Gran Khan, la flexibilidad en la dirección de la gigantesca horda aumentó de modo significativo. Aquella flexibilidad en el mando habría de ponerse a prueba muy pronto.

Una vez cerrados los planes con todos sus aliados y hombres de confianza, Tukeban Khan partió a la cabeza del cuerpo principal del Khanato en dirección sudeste. Compuesto por más de 200.000 almas, y engrosado por nuevos guerreros procedentes de Mongolia y Kajar, las tropas estaban comandadas por el propio Khan con la ayuda de sus hijos, el Príncipe Alp, heredero del Khanato y excepcional líder de tropas, y su hermano gemelo el príncipe Kilij. Ambos con quince años, amados por todos los nómadas y protegidos del Sol y las Nubes. Durante el año 1100 la inmensa horda de Saraba avanzó sin descanso por los territorios de Kajar y Chitin; los orgullosos hombres de Chitin, reacios a unirse al gran Khanato de Tukeban Khan, plantaron batalla siendo aniquilados por completo en apenas cuatro horas. Casi dos mil hombres perdió Saraba en el enfrentamiento; Tukeban Khan se alzó de hombros y ordenó de nuevo el avance.

Mientras, el general Bulgur Wheat (gran amigo de Tukeban) junto a Yeni Seri se detuvo en Chitin en Septiembre, dejando que el Khan siguiera avanzando al frente durante el mes de Octubre junto con el general Ob Ladi y los dos príncipes Alp y Kilij, ambos recién casados con las hijas respectivas de Bulgur Wheat y Ob Ladi. El plan de Tukeban era simple: el cuerpo principal de la horda avanzaría sin descanso con el fin de captar más y más guerreros; mientras tanto, Bulgur Wheat dosificaría los esfuerzos de su ejército, compuesto por unos 20.000 hombres casi sin civiles a su cargo, con la intención de atacar las regiones prefijadas a inicio de 1100 en los campamentos de Mongolia.
Así pues, entre los meses de octubre de 1100 y Junio de 1101, el Khan visitó las aldeas de Humahe y Helionkang, aunque todos los guerreros se habían ido ya con el Khan de Helionkang. En Agosto de 1101 las tropas de Tukeban entraron en Sungari, donde se encontraron con Thugradjin y el Khanato de Helionkang.

Thugradjin Khan era un hombre terriblemente carismático; así lo vio Tukeban Khan en cuanto puso sus ojos sobre él. Los hombres de Helionkang lo adoraban como a un dios, y aunque sus ejércitos eran insignificantes al lado de la fuerza principal de Saraba, Tukeban Khan sabía que lucharían hasta la muerte por su líder. El gran Khan de Saraba, quien había previsto posibles encuentros con hordas nómadas tan enormes como aquella, no tenía intención alguna de luchar o reclamar el mando de las tropas de Helionkang; así lo hizo saber al propio Thugradjin, sin saber que el líder de la nueva horda había quedado absolutamente impresionado por la fuerza que destilaba el khanato de Saraba hasta el punto de plantearse seriamente si unir sus destinos al de Tukeban. Quiso el Sol y las Nubes, y el Manto Estrellado y el Gran Caballo, que aquel día de Agosto de 1101 ambos hombres sellaran su respeto entrechocando los antebrazos y escupiendo al suelo, y que las dos mareas humanas abandonaran la región de Sungari en paz cada una por su lado.
Mientras tanto, el otro ejército se desplazaba un mes por detrás con calma pero repletos de anticipación ante lo que se les había encomendado hacer. Aunque el mando oficial lo ostentaba Bulgur Wheat, quien era amado por los jinetes pero hombre no demasiado hábil en lo que a mando de tropas se refiere, el general Yeni-Seri, pronto se impuso como comandante de facto del ejército con la anuencia del general Bulgur merced a su enorme carisma dentro del ejército.  

En Octubre de 1101 la gran horda de Saraba llegó a Harbin, donde unos pocos guerreros se unieron a su causa; al tiempo, los ejércitos de Liao situados en la región de Manchou, llegaban a la región a las órdenes del diestro general Li Wen, considerado en su tiempo tan hábil como director de tropas que decíase había sido engendrado por el Buda. Los feudales de Liao sumaban un total de unos 7.000 guerreros; su enemigo, una suma total de 200.000 almas, pasó por encima de ellos como una enorme ola. La muerte de 2.000 de los hombres de Saraba fue el único logro que se llevaron los hombres de Liao a sus tumbas, cuando pocas horas después del inicio de la batalla todos ellos habían muerto con la notable excepción del General Li Wen, quien rodeado de una pequeña guardia logró escapar al galope espadas en mano; Wu Gang, Señor de Harbin, murió durante los combates siendo sucedido por su hijo. Otro noble local, disgustado por la precipitada sucesión de un líder inexperto que carecía de tropas, se enfrentó al legítimo heredero asesinándolo y declarando a la región de Harbin independiente del Reino de Liao. El general Liu Wang, entre tanto, terriblemente herido, pese a huir junto a Li Wen y su guardia en primera estancia murió durante la cabalgada en algún punto de la frontera de Manchou.

Por desgracia para Tukeban, para cuando la horda entró al fin en Manchou los ánimos de las tribus locales eran ya contrarios a la llegada del Khanato, produciéndose un inevitable combate. Saraba venció sin dificultades, perdiendo a unos 1.000 guerreros frente a los 11.000 enemigos de la región, que son aniquilados por completo; por desgracia, aquella matanza impidió que nuevos guerreros se unieran a la gran horda.
Apenas dos días tras acabar la batalla contra los lugareños de Manchou, y menos de una semana después de la victoria sobre los ejércitos de Liao, un segundo ejercito del Reino de Liao apareció en Manchou; compuesto por los nobles feudales que se encontraban en Bandao y Hsuing’nu –con la notable excepción del mismo Rey, que permaneció en Hsuing'nu defendiendo las puertas del reino–, los hombres de Liao cargaron con determinación contra el Khanato. La nueva batalla, tan breve como las anteriores, finalizó con la muerte de prácticamente todos los soldados de Liao, incluyendo a los generales Zhu Wen y Quin, además de herir terriblemente al noble Li Si y de la captura del comandante en jefe de los ejércitos de Liao, el General Zu Shangu. Los mil hombres que perdió Saraba fueron ignorados por completo por el Khan Tukeban, quien dio órdenes de partir de inmediato sin siquiera reorganizar sus tropas.
 
Por fin, en Agosto de 1102, tras pasar por Parhae donde nuevas tropas de guerreros se unieron a las huestes del "Rayo que Cabalga", la horda desembocó en la región de Liao-Tung. Los saqueos se iniciaron de inmediato, no deteniéndose en las posesiones terrenales: miles de hombres y mujeres de las provincias de Liao-Tung fueron esclavizados por el Khanato.
Tras la terrible masacre de Liao-Tung las tropas avanzaron de nuevo sin descanso hacia Higgan, donde acamparon para pasar el invierno de 1104 tras despedir con honores al general Ob-Ladi, muerto a lomos de su caballo tras luchar como el primero de los hombres en todas y cada una de las batallas libradas por el grueso del ejército del Khanato de Saraba. Ni en Higgan ni en Shangtu había tropas que se unieran a Saraba, pero aquello importaba poco después del terrible golpe que el Khanato había dado al Reino de Liao, ahora desguarnecido y a su merced.

Entre tanto, las tropas de Bulgur Wheat y Yeni-Seri llegaron a Shangtu en Agosto de 1102, región desde la que se apostaron para lanzar constantes ataques de demolición y saqueo sobre la región de Hsuing'nu. Contra los más de 20.000 guerreros nómadas integrantes del segundo ejército de Saraba, los apenas 7.000 guerreros del Rey Yelu se veían impotentes a la hora de impedir los constantes saqueos. Yelu logró dificultar los movimientos de Bulgur Wheat, pero en ningún momento alcanzó a detener ni uno sólo de los ataques a la región que defendía exasperado sin éxito alguno; también en Hsuing'nu muchos hombres y mujeres de Liao fueron esclavizados, aunque la presencia de su Rey y sus hombres evitaran que la debacle alcanzase los tintes dramáticos vividos en Liao-Tung.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Uve

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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #13 en: 08 de Enero de 2007, 01:36:20 pm »
Orden de los Píos Caballeros de San Andrés
(Cristiano Romano Civilizado Orden Religioso-Militar)
Philippe de Narbonne, Hermano Mayor y Gran Maestre de los Andresinos.
Diplomacia: Lyonnais (OH), Languedoc (OH).

"Recoger bayas. Las más rojas, nunca las moradas. Siempre rojas.

Alesina cambió de hombro el pesado cesto de mimbre en que había dejado la cosecha de un día entero recogiendo bayas del cercano bosque que circundaba Narbonne. Era un trabajo pesado aunque ella, a sus 16 años recién cumplidos, era lo bastante fuerte como para acarrear el cesto arriba y abajo los seis días que trabajaba a la semana, de sol a sol, sin más problemas que un entumecimiento en el cuello que lo curaba Madre con unas friegas de vino caliente. Ahora había anochecido, y la ciudad quedaba a sólo media hora más de camino. Media hora más, unas friegas con vino, y a dormir hasta el amanecer con la hogaza de pan duro que le tocaba cenar al fin: hasta tres veces a la semana recibía la hogaza y podía darse el lujo de acostarse con algo en el estómago. Ventajas de ser la única hija trabajadora de la casa.

Los sonidos de la noche no la preocupaban. Los lobos no acostumbraban a acercarse tanto a las ciudades en primavera, cuando estaban saciados y más bien perezosos; el resto de animales que pudieran acecharla no le daban ningún miedo, siquiera los temerosos zorros o los numerosos perros sin dueño que campaban a sus anchas por los bosques, huyendo siempre de sus primos aulladores a sabiendas de que no respetaban la cercanía de la sangre y que nunca hacían asco a la carne de perro. Aquella noche, sin embargo, Alesina sentía comezón en la columna y un algo de miedo: por alguna razón, esos sonidos de la noche que no la preocupaban estaban tan perezosos como los lobos. La noche, compañera fiel de Alesina en sus regresos al hogar, había enmudecido.

De forma inconsciente había acelerado el paso. Aún sin ver las pocas luces de las murallas, al sentir que Narbonne estaba ya cerca Alesina se dio a un trote ligero muy desafortunado, tanto que finalizó al tropezar contra una roca saliente que dio con su cuerpo de bruces al suelo.

Las bayas se desparramaron. Tan rojas, que parecían lágrimas de sangre sobre el firme parduzco de Abril. Alesina alzó la mirada, vio las bayas rojas en el suelo y enfureció consigo misma. Maldita estup...

–Buenas noches, niña hermosa.

Alesina se volvió bruscamente. La noche seguía tan silenciosa que la voz, suave y profunda, caló en sus huesos como el trueno. Una sombra embozada se acercó, tendiendo una mano para ayudarla.

–Buenas noches, señor. –Alesina tomó la mano, se impulsó, sonrió, vio el acero en la otra mano del alto hombre embozado, sintió el fuego contra su cuello y volvió a desplomarse.

La noche dejó de ser silenciosa cuando el cuchillo volvió a penetrar en el vientre de la muchacha y lo abrió de un golpe firme. Los otros golpes tan sólo los escuchó el viento.

Sangre sobre bayas rojas. Siempre rojas".



El Gran Maestre Philippe de Narbonne, joven e impetuoso, dedicó la mayor parte de su tiempo a trabajar en los ambientes nobles de Lyonnais y Languedoc, logrando financiación y apoyos suficientes como para establecer varias casas cuarteles en ambas regiones. Su aplomo y determinación, su gran fe y su fiereza, comenzaron a hacerse famosas por toda Francia. Pronto se haría famosa su furia incontrolable: cuando el Príncipe Federico Aleixandre de Venecia, de la sangre real veneciana, acudió a su encuentro junto a un importante contingente de tropas para unirse a la Orden de San Andrés, ambos hombres se cayeron mal de inmediato.
Federico Aleixandre no era un buen guerrero; siquiera era un hombre pío. Pero sí era un excelente administrador, hijo de la herencia veneciana de comerciantes con buen ojo. Pronto se dio cuenta de que el Gran Maestre era un hombre poderoso y carismático, pero poco dotado para los números; era evidente que el Señor había enviado a Federico hasta la Orden Andresina para que pudiera gestionar con eficiencia veneciana las cuentas y el tesoro, y así se lo hizo ver a su superior en rango, que no en edad. La discusión subsiguiente acabó en insultos; los insultos llevaron a los golpes, y los golpes desencadenaron un duelo de Honor que finalizó en pocos segundos con la muerte del Príncipe Veneciano.

Para colmo, en las afueras de la ciudad de Narbonne comenzaron a aparecer con alarmante regularidad los cadáveres de mujeres campesinas brutalmente violadas y despedazadas. A causa de los grandes apetitos del Gran Maestre y su carácter vivo y fiero, así como lo notoria que se había vuelto su figura entre las gentes de la ciudad resultó inevitable que corrieran numerosos rumores acerca de la posible implicación del Hermano Philippe en los macabros asesinatos. El Gran Maestre, furioso por las acusaciones veladas que se propagaban por toda la ciudad a la velocidad del viento, hizo lo posible por acallar los rumores además de iniciar una investigación personal que finalizó cuando se detuvo a un comerciante germano llamado Klaus Henze. Henze, tras ser interrogado y torturado como dictaba la costumbre, confesó todas las muertes y fue acusado de asesinato, violencia sexual impía, herejía y comercio carnal con blasfemos representantes sobrenaturales del Maligno.
 
 
« Última modificación: 08 de Enero de 2007, 02:32:48 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

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Re: Newfax Turno 20 (1100-1104)
« Respuesta #14 en: 08 de Enero de 2007, 04:01:11 pm »
Pontificado Cristianismo Romano
(Cristianismo Romano Civilizado Primacía Religiosa)
Iacobus I, Pontífice de la santa iglesia católica
Diplomacia: Constantinple (cit) Ch, Constantinple (Reg) Ch, Thrace Ch, Adrianoples N/e, Thessaloniki Ch, Thessaly Ch, Farigas Ch, Swabia Ch, Thuringia Ch, Lausatia N/e.

Durante estos años la iglesia adopto una política de inversiones, que mejorarían los ingresos de campesinos y artesanos en distintas ciudades y regiones, en los reinos de Venecia, SIRG, Francia, Inglaterra y Albain. Inversiones muy agradecidas por los soberanos de estas cinco naciones, pues indirectamente les proporcionarían nuevos impuestos.

También se invirtió una importante cantidad de dinero en la expansión de la iglesia, pero lo más destacado durante estos años fue la creación de la orden del Císter, en las tierras de la antigua Borgoña. El Cister iba a ser la primera de las ordenes religiosas no militares en la historia, y Iacobus I se aseguro de que la orden comenzase con buen pie, no escatimando en todo tipo de inversiones y ayudas para ayudar a la orden a sostenerse por si misma en el mínimo tiempo posible.

Se tomo como base para la orden la Abadía de Cisteux, en la región de Burgundy, y el Cister nació así, humilde en sus inicios, aunque con un prometedor futuro por delante. Federico Belcini, un cardenal de la iglesia de poca relevancia fue elegido para liderar la orden por el mismo Pontífice, y cuando se terminaron los trabajos de rehabilitación del monasterio la orden del Cister fue constituida con todo tipo de celebraciones en todas las iglesias y catedrales cristianas de Europa.

Numerosos obispos y clérigos fueron instruidos para impartir misas en los reinos de Kiev, Italia, Albain, Bizancio, y Hungria, con el claro objetivo de fortalecer la fe de los súbditos de estas naciones, y se cosecharon importantes éxitos, especialmente en Kiev, Italia y Hungria.

También se enviaron misioneros a dos importantes lugares, por un lado a Novgorod, donde rápidamente la mayoría de los antes paganos habitantes de la región se convirtieron al cristianismo. Por otro en Malta, donde pese a la reciente oleada de conversos cristianos que se habían convertido en mayoría recientemente, los enviados de Roma no lograron ganar más almas para su causa.

En otro orden de cosas, durante estos años, el primer Diacono Andreius, recorrió numerosas ciudades y regiones bizantinas estableciendo iglesias, y abadías, con buenos resultados en general, tras cinco años realizando estas tareas, regreso a Constantinple donde recibió la noticia de la muerte de Iacobus I en el verano de 1104, Andreius se convirtió así en el primer pontífice romano de origen Ortodoxo. Debía viajar a Roma cuanto antes, para tomar el cargo, pero el invierno se presentaba duro y opto por esperar a la próxima primavera.

Pero no fue la muerte del pontífice la única, puesto que también murieron durante estos años otros cardenales, como Jürguen quien se encontraba en Roma, o Vladkov mientras se encontraba en Barcelona con los mercenarios de Lyons.

La muerte de Vladkov, no supuso no obstante gran diferencia para lo que habría de suceder en Barcelona, cuando los mercenarios de Lyons, que se encontraban a las ordenes del papado defendiendo la ciudad, descubrieron que su paga había sido olvidada por los administradores de la iglesia, negándose a aceptar explicaciones de ningún tipo, pronto decidieron cobrarse el dinero debido en las pertenencias de la iglesia en Barcelona (Ver NF Barcelona).
"Supongo que había que inventar las camas de agua. Ofrecen la posibilidad de beber algo a media noche sin peligro de pisar al gato."

Gm en Lote53