Autor Tema: Newfax Turno 19 (1095-1099)  (Leído 29416 veces)

0 Usuarios y 1 Visitante están viendo este tema.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #15 en: 11 de Octubre de 2006, 07:16:57 pm »
Khanato de Kerait
(Cristianismo Nestoriano Nómada Nación Abierta)
Usul Khan, Gran Khan de Kerait, Señor de las Estepas.
Diplomacia:

Los días se hacían más y más largos en la calurosa región de Lingsi, en tierras de Bután, mientras el reciente líder del gran Khanato de Kerait, Usul Khan, aguardaba la liberación por parte del odiado reino de Dai Viet del temido Soloiew Khan. Ideas oscuras asaltaban los pensamientos del nuevo Khan de Kerait; sabía que muchos de sus hermanos de cabalgada no le dispensaban la lealtad que siempre mostraron hacia el poderoso Soloiew, que no tendría el control verdadero de sus decenas de miles de guerreros hambrientos de comida y gloria en tanto su antiguo líder no hubiera muerto. Usul había encontrado la solución al problema de liderazgo en la liberación de Soloiew: en cuanto lo tuviera en sus manos, lo degollaría delante de todos sus soldados.

Pero Dai Viet no liberó al antiguo Khan, y para cuando el invierno de 1095 ya había pasado Usul Khan, temiendo una emboscada, decidió no esperar más tiempo: al fin, la más enorme horda de guerreros nómadas que jamás cabalgara bajo el sol volvió a moverse.
La gigantesca caravana se desplazó hacia el Oeste atravesando las regiones de Gouangxi, Korat y Wuilang Kayah. Y fue en Wuilang Kayah donde el Dios cristiano de los nómadas decidió darles el más grande regalo que una horda pudiera desear: tras unos días en la región, un grupo importante de jinetes fue avistado frente a la vanguardia de la horda de Kerait. Los jinetes estaban bien armados, pero sobre todo resultaba evidente a un observador bien adiestrado que el verdadero valor de aquellos hombres estaba en su veteranía y la familiaridad que sentían con sus monturas. Tras los jinetes avanzaba más lentamente una caravana de refugiados, probablemente sus propias familias. Y al frente de todo el grupo, un hombre alto y espigado, con unos extraños ojos verdes que jamás sonreían.

El hombre se llamaba Qabul, y era el Khan de Wuilang desde que mató con sus propias manos de adolescente al anterior Khan. Aquel extraño hombre de piel amarillenta, cabellos lacios y negros, largos bigotes y ojos verdes se acercó al trote hasta el lado de Usul Khan y tras una reverencia solicitó al gran Khan de Kerait que permitiera a él y a sus hombres unirse a su cabalgada.
Pocos meses después, la enorme horda de Usul Khan cruzaba la frontera entre Kayah y la sureña región de Thaton, en el Rajputado de Pagan. El ejército de Usul superaba con mucho los 60.000 guerreros, y resultaba muy difícil de manejar hasta con la ayuda del enigmático Qabul Khan, quien pronto se reveló como un comandante de tropas excepcional dotado de un carisma muy poco frecuente; pero en Thaton apenas había unos 2.400 jinetes a las órdenes del noble Karbiz Baj: apenas iniciado el combate, los hombres del ejército defensor y su general fueron exterminados por completo, y sus animales muertos consumidos por la horda y los vivos aprovechados para reemplazar a los heridos o demasiado ancianos. Cuando el polvo se levantó del campo de batalla, ni un solo soldado de Pagan estaba en pie aunque hubieran vendido su piel bien cara, ya que en los combates la horda perdió más de mil guerreros. Pero mil guerreros eran pocos comparados con la tragedia que resultó para muchos el descubrir que una de las víctimas era el propio Usul Khan.

El periodo de agitación que se despertó con la muerte del Khan fue terrible; la horda había viajado hasta muy lejos, sufrido derrotas constantes y viendo diezmado su enorme ejército, y cómo sus líderes y khanes quedaban todos en el camino muertos o apresados por los enemigos. No veían momento para detener su largo y duro peregrinar, ni tampoco lugar donde hacerlo; los sacerdotes guerreros que acompañaban a la horda, combatiendo en primera fila cuando había que empuñar la espada, paseaban de un lado a otro tratando de levantar el ánimo de los hombres con sus cruces de madera en la mano. Y lo peor es que nadie había entre los mandos de la horda capaz de asumir el control de tantas almas con eficiencia... salvo Qabul.
Un día después de muerto Usul, durante su entierro, Qabul Khan, rodeado por sus hombres, reunió a todos los líderes de tropa y en lo alto de una gran roca dijo con voz firme: "Yo soy quien os llevará hasta donde otros os prometieron llegar. Yo os daré la gloria que otros os han evitado vivir. Yo os daré de comer la comida de los que viven sin el cielo estrellado por techo, y os daré a sus mujeres y os daré sus tierras y sus animales. Y luego, todos juntos, ¡escupiremos sobre sus tumbas!". La horda aclamó a su nuevo Amo y Señor, y Qabul Khan pronto se daría a conocer al mundo.

Su primera acción fue montar un grueso entramado defensivo en la región recién invadida; suponiendo que los hombres de Pagan acudirían a liberar sus tierras, Qabul dio arcos y flechas a sus refugiados y los situó en posiciones defensivas bien seleccionadas, multiplicando en mucho el poder de su enorme ejército. Cualquier enemigo que hubiera desembocado en Thaton se habría estrellado con una muralla de flechas y espadas impenetrable... pero en Septiembre de 1097 ya era evidente que nadie iba a ir a la región invadida por Kerait. Qabul Khan, sabiéndose poderoso, se dejó entonces de tonterías: si aquellos gordos apoltronados no querían defender lo que era su tierra, entonces es que no la merecían. El saqueo de la región de Thaton fue largo y tremendo, y en octubre de 1097 las tropas de Kerait avanzaron hacia Pegu, donde el Rajá Ahombiz, aterrado por las noticias que llegan de Thaton, ya había abandonado la región para unirse al grueso del ejército en Ava. Pegu se declaró independiente (pues el Rajá se llevó hasta la milicia guarnicionada), y la asolada Thaton hizo lo propio en cuanto Kerait se fue hacia el norte, pues no quedaban fuerzas de Pagan para someter a los rebeldes.

Qabul Khan entró en Pegu sin problemas ni impedimentos; pero al igual que en Thaton no conquistó aquellas tierras dejadas a sus pies por sus legítimos poseedores, sino que simplemente se dedicó a saquear aldeas y refugios de arriba a abajo durante el mes de Abril de 1098. En Junio del mismo año las tropas de la enorme horda comenzaron a entrar en la importante y central región de Ava. Y allí se encontraron al fin con el grueso del ejercito de Pagan, que había preparado numerosas defensas en la provincia: más de 15.000 guerreros dispuestos a dar su vida en defensa de su patria. Sin dudar un instante, Qabul Khan ordenó el ataque.

Tras un largo mes de combates, más del 95 por ciento de las tropas defensoras estaban ya muertas o huyendo frenéticamente, la mayor parte de las mismas refugiadas a duras penas en el interior de la capital. El Rajá Ahombiz había muerto, y su general Mabbiz se vio obligado por las circunstancias a convertirse en Rajá. Mabbiz y los pocos que aún seguían a su lado se repliegan a la capital, Pagan. Tras reagruparse ambos contingentes, el ejército del rajputado había perdido más de 5.000 guerreros, y aunque Kerait sufrió bajas semejantes lo cierto es que la rica región de Ava estaba ahora a sus pies, no conquistada, pero sí indefensa. A cambio, el nuevo Rajá Mabbiz tenía más que suficiente con tratar de que el reino no se desintegrase por completo tras la muerte de Ahombiz. Sólo Manipur, de entre las ya escasas posesiones del rajputado, acabó separándose efectivamente del gobierno central; entre otras cosas porque Mabbiz no podía siquiera salir de la ciudad en la que estaba encerrado para poder tomar el control de la situación. Suerte tuvo de que la región de Burma se mantuviera fiel.

Aunque Burma duró muy poco.

Qabul Khan saqueó a conciencia Ava aunque tampoco la ocupó, y sin solución de continuidad condujo a su horda hasta Burma; al no encontrar resistencia, los nuevos saqueos fueron realizados en total tranquilidad por un pueblo ahora enfervorizado por completo al sentirse saciado por primera vez después de una vida de penurias y escasez. Tras saquear Burma decidió dar un descanso a sus hombres, pero no sin antes ocupar la región situando a parte de sus fuerzas en posiciones defensivas. Allí repartió el impresionante botín de los saqueos entre las tropas, que no dejaban de susurrar entre sonrisas su nombre y el nuevo título que los propios guerreros le habían dado: Qabul Khan Khaqan.

El Khan de Khanes.
« Última modificación: 12 de Octubre de 2006, 06:38:00 am por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #16 en: 12 de Octubre de 2006, 07:58:23 am »
Khanato de Saraba
(Pagano Asiático Nómada Nación Abierta)
Tukeban Khan, "El Rayo que Cabalga"
Diplomacia: Mongol (Hm), Turkestan (F), Yensey (A), Angaraland (F), Tatar (F) y Buryat (F).

Tras la famosa batalla de Ghuzz en la que las tropas de Tukeban Khan habían derrotado al orgulloso ejército turco, resultaba evidente para su líder que si quería proteger la vida de sus familias debía abandonar a marchas forzadas el territorio del Sultán cuanto antes. Sin dejar de lanzar mensajes contradictorios para confundir a sus enemigos, utilizando para ello a mercaderes y viajeros ocasionales, así como a prisioneros a los que permitía escapar con la intención de que propagasen noticias falsas en todas las direcciones, Tukeban Khan viajó con la mayor de las discreciones hasta Saraba para recoger a la población de la región, pues sabía que los turcos buscarían venganza contra ellos. Después, en un movimiento arriesgado pues por aquellas tierras escaseaba la comida, bordeando la taiga, viajó hacia el lejano Este logrando que su gran Cabalgada creciera sin cesar con las uniones de nuevos guerreros en Turkestan, Angaraland, Tatar y Buryat, además de un importante comandante de tropas en la figura del importante Khan de Yensey.
Cuando la horda de Tukeban llegó a la provincia de Mongol, el Khan ordenó conquistar la región y saquearla, con el fin de establecer allí su nuevo campamento estable desde el que podría realizar incursiones allá donde le apeteciera.

Entre tanto, su aliado y amigo Bulgur-Wheat viajó a pocos meses por detrás de Tukeban tras lograr convencer a su gente, los habitantes de Kama-Bulgar, de que se unieran a la tribu de Tukeban para escapar a las esperadas matanzas turcas. Cuando las tropas de Bulgur llegaron a la casi deshabitada región de Tungus, los hombres y mujeres que dejaron Kama Bulgar comenzaron a levantar nuevas viviendas y campamentos estables en la región, cerca de los cauces fluviales, con la intención de permanecer allí por siempre.
El General Ob-Ladi se llevó asimismo a sus compatriotas de Ob hacia las tierras del Este, asentándose junto a los hombres y mujeres de Bulgur, en la también casi desierta región de Vitim.

A finales de 1099 "El Rayo que Cabalga" se reunió de nuevo con todos sus hombres en la recién conquistada región de Mongol. Saraba había vuelto a burlar a todos sus enemigos.

?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #17 en: 12 de Octubre de 2006, 08:03:38 am »
Khanato de Helionkang
(Paganos Asiáticos Nómada Nación Abierta)
Thugradjin Khan, Señor de Helionkang.
Diplomacia: Higgan (F), Humae (A), Liao (F), Khitan (F), Kutai (F) y Naiman (A).

Durante demasiados años, el guerrero Thugradjin soñaba con verdes pastos en los que los alimentos colgaban de los árboles y donde la caza acudía al encuentro de tus flechas, lejos de las estepas que sólo daban un escaso pasto para los animales y de los terribles fríos invernales de Helionkang. Había oído hablar del mar, una enorme masa de agua a la que no se veía fin y en la que habitaban animales gigantescos que se alimentaban de sal, y de lugares mágicos tan repletos de riquezas y oro que podías alargar tu mano para tomar cuanto quisieras y sumergirte en piedras preciosas hasta quitarte el polvo de las estepas que anidaba en tu piel desde el momento en que montabas tu primer caballo.
Su pueblo vivía en la región de Helionkang con problemas crecientes; el estilo de vida nómada precisaba de enormes campos limpios y una densidad de población mucho menor que la existente en sus estepas para poder mantener –y siempre con dificultades– a una cantidad de hombres y mujeres muchísimo menor de la que había en la región. En los últimos años el problema había crecido en importancia, y aunque cuando el gran Khan de Kerait los reclamó para su proyectada carrera de conquistas por el sur los hombres de Helionkang se habían negado, ahora resultaba inevitable iniciar una migración si querían seguir viviendo. Cuando Thugradjin comprendió que no tenía otra alternativa, decidió que, ya que estaba obligado a sacar a su pueblo de la empobrecida tierra en que habían nacido, lo haría bien y con garantías: su destino sería algún lugar fértil y rico, en las míticas tierras de Europa, donde habitaban dragones que surcaban el mar, o en las pacíficas tierras de la India en las que, según se decía, no se conocía la guerra. O quizá al sur, en algún lugar tranquilo en tierras de los poderosos Song: donde fuera, debería ser capaz de tomar todo lo que su pueblo merecía sin que nadie pudiera oponérsele.

Así, tras largos años de preparar a sus hombres en el mayor de los secretos, resultando sus esfuerzos inadvertidos para los escasos comerciantes y exploradores que pasaban por sus dominios, Thugradjin Khan decidió abandonar las estepas para siempre, dirigiéndose hacia el Noroeste durante el mes de Agosto de 1098. Acompañado de su marea humana cruzó los territorios de Higgan, Humae, Liao, Khitan, Kutai y Naiman, donde acampó a su ya enorme ejército para pasar el difícil invierno de 1099 gracias a la hospitalidad de los habitantes del lugar y de su Señor, quien se unió a Thugradjin cuando conoció sus objetivos y comprendió la sinceridad que había en sus palabras. En todos aquellos lugares tuvo que recoger más y más grupos de nuevos emigrantes, guerreros más o menos expertos y algunos Jinetes de la Guerra organizados que pasaron a formar parte de la horda de Thugradjin Khan; y no sólo el Señor de Naiman pasó a su servicio como capitán de tropas, sino que en Humae se le presentó el mismo Khan de la región junto a todo su ejército con el fin de acompañar a los de Helionkang en su búsqueda de una vida mejor.
« Última modificación: 12 de Octubre de 2006, 09:44:58 am por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #18 en: 13 de Octubre de 2006, 06:05:37 am »
El Imperio Ghaznaví
(Chi’i Islam Civilizado Nación Abierta)
Jammal, Emperador de Persia
Diplomacia: Ghazni (FA); Afganistán (HM).

Al fin, tras años y años de esfuerzo con la intención de dotar a la zona de la preponderancia burocrática que ya tenía desde el punto de vista civil, la última de las más importantes familias de nobles de Ghazni, se trasladó a las ricas y prósperas tierras de Afganistán. Las dependencias de los más leales y fieles nobles y de toda la familia real estaban ya allí, y la región de Ghazni pasó a ocupar un digno segundo plano en el corpus imperial. Aunque el cambio de status fue recibido con alegría por los habitantes de Afganistán, lo cierto es que quedó empañado terriblemente con la oleada de muertes que acompañó con muy pocos años de distancia a la del desaparecido Emperador Amir: entre los años 1095 y 1099 murieron cuatro de las cinco esposas de Amir, todas de muerte natural. Mayor dolor causó el hecho de que las mujeres fueran aún jóvenes, rondando la treintena cada una de ellas, y que también murieran la bella Amina, hija de Omar y esposa de Jamal, así como el joven hijo del antiguo Emperador, el valeroso Muza, con apenas 19 años.

Aunque muy apesadumbrado por las terribles pérdidas en su familia, alertado por la cada vez mayor presencia de hordas migratorias nómadas el jovencísimo Emperador Mohamed ordenó el levantamiento de círculos amurallados en las ciudades de Kabul, Peshawar, y Ravy. Tras contraer matrimonio con la noble Aminah de Córdoba y la preciosa Shehrazada de Badakhasan, el Emperador dedicó todo su tiempo a la compleja labor de control administrativo de todo un Imperio como el Persa. Pasó más tiempo despidiendo a los muertos y gobernando el país que celebrando sus esponsorios, pero Mohamed asumió su carga con estoicismo y gran madurez pese a su corta edad.

Desde el punto de vista de las obras civiles, se continuó con las obras de adecuación de la calzada entre Kabul y Ravy. El nuevo Emperador decidió igualmente continuar con los esfuerzos diplomáticos de su padre en pos de convertir a la fe Chií a los habitantes de Badakshan, y durante estos años también a los de Hazarahat; los primeros, al igual que hicieron en tiempos del anterior Emperador, iluminados por la fuerza de la luz del cercano Gran Ulema turco rechazaron incluso aceptar la presencia de los enviados Imperiales. Los segundos, iluminados por la fuerza de los primeros, hicieron lo propio. Todos los esfuerzos fracasaron. Por fortuna, las relaciones diplomáticas entre los fieles sunnís de Badaksahn y la corona imperial no hicieron sino mejorar durante aquellos años, gracias al trabajo constante del noble General Sadam. No sólo el noble Daoud se declaró aliado en firme del Imperio, sino que puso al resto de sus tropas al servicio del joven Emperador Mohamed.

Y mientras el Príncipe Tariq viajaba hasta Peshawar para defender la ciudad y supervisar la construcción de la muralla, y el General Marwan se desplazaba hasta tierras del Turco con el fin de entregar ayuda económica al Sultán, regresando después para defender las fronteras del Imperio, el también General Nedjem, al mando de 3.000 guerreros a caballo, viajó hasta la lejana región de Ghuzz con la firme intención de aniquilar con la fuerza de las armas a toda la población. Cuál no sería su sorpresa al descubrir que los desorganizados guerreros de Ghuzz son demasiados para él: tras perder casi la mitad de sus tropas en una serie de cortos combates de guerrillas, sin llegar a plantear una sola batalla campal, tuvo que regresar a Transoxania herido terriblemente en el orgullo y gravemente en el cuerpo. Tanto él como sus tropas aprendieron una dura lección de esta inesperada experiencia de la que sobrevivieron, así lo reconoció el malherido general Nedjem ante el joven Emperador, por verdadera casualidad.
« Última modificación: 13 de Octubre de 2006, 08:42:26 am por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #19 en: 13 de Octubre de 2006, 07:50:01 am »
Emirato Buhwayida de Bagdad
(Mutahid Islam Civilizado Nación Abierta)
Harun, Emir y Protector de Bagdad
Diplomacia: Kuwait (A), Basra (T):

"El Emir Harun contemplaba sin pensamientos el denso manto de estrellas que iluminaban la fresca noche de octubre. Agradecía cada día aquellos momentos de soledad libre de obligaciones, lejos de sus nuevas esposas, de los incansables consejeros, y de las necesidades de estado; se recogía en sus habitaciones, se asomaba a la balconada y veía llover, o atendía a la luna, o, en noches como aquella, sólo contaba estrellas. Cuántas cosas habrían visto aquellos puntos de luz. Cuántas cosas bajo el cielo...
El repiqueteo en la puerta lo devolvió a la realidad. Dio paso a quien quiera que fuese el inoportuno, y entró en la gran sala de espera el famoso Abdel Karim "El Joven", sabio de la corte y docto en música y medicina, además de lenguas antiguas e historia.
El hombre, ya muchos años por delante de su apodo, caminaba con lentitud a causa de una extraña enfermedad de los huesos, y peinaba canas en su larga, poblada y descuidada barba. Tenía la piel del tono ceniza que preludia la muerte, y las arrugas eran incontables y profundas. El hombre se inclinó levemente.

–Mi Señor Emir...
–Adelante, amado Abdel Karim. ¿Qué os trae por aquí a estas horas?
–El blasfemo ídolo de oro de Baal. –El anciano bajó la mirada–. Hace sólo dos horas hemos descubierto algo extraño acerca de él.
Harun asintió meditabundo. Señaló una silla, pero el anciano la rechazó con gesto amable.
–Contadme, pues. ¿Qué tiene esa monstruosidad de rara, aparte de su desagradable existencia en sí?
–Veréis. Quizá recordaréis las juntas de sus laterales, que atribuimos en principio a puntos de soldadura lógicos en una estatua de su enorme peso y tamaño.
–No. Si he de deciros la verdad, ni siquiera he visto la estatua. Y pretendo seguir sin verla.
–Pues bien, lo cierto... –Abdel Karim El Joven parecía medir las palabras–, lo cierto es que no son puntos de unión.
–¿Queréis que lo adivine, amado Abdel Karim?
–No, mi señor –respondió el sabio, azorado–. Es... es un hueco. Férreamente cerrado, sin duda, pero un hueco entre dos partes.
–No veo la diferencia.
–Creemos que... bueno, yo creo que esa estatua no es un ídolo. Es un contenedor.
–¿Un qué...?
–Un arcón. Un... un cofre muy grande. Quizá un sarcófago.
–Pues para ser un sarcófago, me cuentan que es muy grande.

El sabio asintió.

–Mucho. Más de tres metros de largo de oro en apariencia macizo."


La muerte del amado Emir Umar, apenas dos años atrás, había hecho caer al emirato en una suerte de nube de melancolía de la que les resultaba terriblemente difícil salir. Aunque en el espectro militar la gran nación mesopotámica era tan fuerte como nunca antes, y aunque durante aquellos primeros años de gobierno del Emir Harun se realizaron mayores inversiones para mejorar las dotaciones de las tropas y las capacidades tácticas de los mandos, lo cierto es que no se respiraban aires de tranquilidad en el Emirato. Quizá era la seguridad que tenían hombres y mujeres de que antes o después otra horda volvería a cernirse sobre sus cabezas, o que la paz y estado de relaciones de franca cordialidad que mantenía el Emirato con Bizancio podría no ser una situación eterna, sobre todo ahora que se hablaba de guerra entre el gran Imperio cristiano y los hombres del Califa Fatimí. O quizá era la supuesta inestabilidad religiosa que vivía el Emirato y que algunos se molestaban en resaltar, con tres fes islámicas conviviendo de momento sin grandes problemas pero con un líder sunní de enorme carisma entre sus fieles clamando por la unión de la Umma bajo su confesión desde las cercanas tierras del Sultán turco.

Pero el Emir Harun, aun cuando no tuviera gran experiencia en su cargo sí era un hombre inteligente y práctico, tal vez en mayor medida de lo que lo fuera su sabio padre; sabía que el pueblo era fácil de contentar, que hacerlo apenas significaba sacrificio para la clase dirigente y que, además, tener contentos a sus súbditos era probablemente la causa más importante de los éxitos de su familia al mando del Emirato. Y a ello se dio.
En primer lugar, con el fin de mostrar la bonanza de las relaciones internacionales de Bagdad con sus vecinos más y menos poderosos, el Emir aprobó los envíos de importantes cantidades económicas en dirección al Emirato de Dharan, que a cambio accedió gustoso a firmar un tratado de vasallaje con el Emir Harun. Las fronteras del oeste quedaban, así, guarnecidas por los dos emiratos vasallos de Dharan y Fars. Al emirato de Fars se enviaron misioneros y hombres doctos en la fe que se encargaron de supervisar las labores de conversión de los súbditos del Emir Umhad Amal a la fe Mutahid.
También durante aquellos años, y con esa idea de fortalecer las relaciones diplomáticas del Emirato, llegaron hasta la hermosa Bagdad las comitivas reales de Bizancio, Persia y Córdoba. La primera, encabezada por la Princesa Helena, trajo consigo una importante cantidad de antiguos Codex religiosos bizantinos que fueron a parar a la gran Biblioteca que comenzaba a presidir gran parte de las conversaciones de los orgullosos bagdadíes. Desde Persia llegó la hermosa Princesa Abeer, y desde la lejana Córdoba las princesas Jamilah y Suha, y ambas comitivas trajeron igualmente consigo enormes colecciones de volúmenes religiosos de las tres religiones del Libro, así como ensayos sobre medicina, política, poesía y música. Tanto la cristiana Princesa Helena como las musulmanas Abeer y Jamilah contrajeron matrimonio con el Emir Harun, conservando todas ellas sus propias religiones –y hasta sus propios consejeros religiosos, llegados en sus respectivas comitivas– como gesto de franca tolerancia de la nación Mutahid. La joven Suha, en cambio, fue entregada como esposa para el Príncipe Ibrahim, el legítimo heredero al trono del Emir.

Siempre con la idea de fortalecer a quienes primero habrían de contener las invasiones nómadas, el Emir ordenó el envío de una gran cantidad de oro al Sultán del Turquestán. Para tal cometido se destinó al noble Rashid, hábil jinete que, sin perder su excelente y útil cortés frialdad en las relaciones diplomáticas, no se dejaba amilanar por la altanería habitual de los turcos. El destino de Rashid era llegar hasta la región de Turkmen, donde debía hacer entrega del oro a los hombres del Sultán; pero el Señor del Universo dispuso que se encontrara con la muerte en Tabaristan, al sur del mar Caspio. Sus guerreros, reclutas recientes, viéndose solos con más oro del que jamás hubieran podido soñar ver en toda una vida, desaparecen del mapa llevándose toda la carga.

Es curioso que mientras unos se iban para siempre con gran alegría en sus rostros, otros regresaban con semblante triste al corazón del emirato; el ejército enviado hasta Bizancio comandado por el fallecido Emir Umar entró al fin en Mesopotamia poniéndose a las órdenes del nuevo Emir. Harun, con estos hombres y el resto de su fuerza de mayor importancia, se dedicó a vigilar activamente las fronteras dejándose ver con asiduidad por su pueblo.

En cuanto a la política interior, además de las enormes inversiones en Hahmar, aquellos primeros años de la dirección del Emir Harun se caracterizaron por los trabajos de sus familiares y otros nobles en pos de mejorar las relaciones internas entre regiones y ciudades y el gobierno central. El Noble Dawud pasó varios años en la región de Kuwait acompañado por un casi imberbe príncipe Yusuf, logrando entre ambos que, pese al poco tiempo transcurrido, la región volviera a firmar los mejores tratados de cooperación y tributo gracias a que el sistema de gobierno y social de Bagdag permitían una rápida integración. Al cumplir los 15 años en 1097, Ibrahim, heredero de Harun y recién casado con la cordobesa Suha, fue enviado hasta la ciudad portuaria de Basra donde comenzó a trabajar junto a los nobles y líderes locales mejorando levemente las condiciones de los viejos acuerdos.

Las notas discordantes se produjeron a finales del año 1099, cuando los nobles feudales que servían al Emir, tras dedicar su tiempo a defender y vigilar sus fronteras, se negaron a cumplir las últimas disposiciones del Emir Harun que los obligarían a pasar el invierno lejos de sus casas. Con la mayor de las delicadezas en algunos casos, y con cierta rudeza en otros, todos y cada uno de ellos regresaron a sus tierras con la esperanza de que el nuevo Emir comprendiera los motivos que los impulsaban a no obedecer esa orden concreta. Además, en un hecho extraño y que en el último mes del año 1099 de la era vulgar seguía sin aclararse, el Noble Ishaq, destinado en Arbiliq con órdenes de defender la región, murió a mediados de 1098 envenenado mientras desayunaba en su campamento.

Aún más extraña resultó la desaparición del enorme ídolo de oro de Baal localizado por el príncipe Baha al-Din después de un afortunado accidente acaecido años atrás en Mesopotamia. La figura, con más de tres metros de largo y terriblemente pesada, fue robada una noche de noviembre del año 1098 de la cámara del palacio donde se encontraba alojada y custodiada. Nadie vio o escuchó nada, y aunque varios miembros de la guardia personal del Emir fueron interrogados y cesados, posiblemente a causa de su incompetencia, no se llegó a averiguar ni el modo en que había sido robada la figura ni tampoco la identidad de los autores del robo o su nueva procedencia.
« Última modificación: 13 de Octubre de 2006, 10:05:55 am por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #20 en: 14 de Octubre de 2006, 08:17:51 am »
Turcos Seljucidas
(Sunni Islam Bárbaro Nación Abierta)
Osman, Sultán de los Territorios del Este, Gran Jefe de los Turcos, Señor de Todas las Estepas.
Diplomacia: Scythia (PT), Chorasmia (PT), Samarkhand (F):

Tras el desastre de la "Batalla de Ghuzz" el temido ejército del sultanato estaba herido en su orgullo. Sabedor el Gran Sultán Osman de la presencia en las cercanías de los límites de su Imperio de la horda nómada de Saraba, sus acciones durante los últimos años del siglo XI de la era vulgar estuvieron destinadas a fortalecer las capacidades defensivas de sus regiones y ciudades, reservando alimentos tras los círculos amurallados con el fin de resistir mejor los asedios o aumentando el número de unidades que componían las milicias en las grandes urbes.

Las otras acciones defensivas del sultanato consistían en ataques preventivos sobre las regiones esteparias cercanas a sus fronteras para evitar el surgimiento de nuevas migraciones nómadas, así como el enriquecimiento del ya de por sí enorme ejército de su enemigo, el guerrero Tukeban Khan. Con tal objetivo se destinó al gran Tughrul-Beg, quien viajó acompañado por los generales Basut y Mir Said hasta la norteña región de Khirgiz donde, tras conquistar y saquear la región, pasó metódicamente a cuchillo a todos sus habitantes. Hombres, mujeres, niños... los mejores guerreros de la región se habían ido con Tukeban, así que el ejército del Príncipe Tughrul apenas sí sumó un total de 50 bajas, casi todas producidas durante los saqueos y las violaciones.
Mientras su ejército se daba a los pillajes, el Príncipe recibió las noticias de la desgraciada muerte del heredero Masud, el famoso padre del Gran Ulema. Convertido en heredero al sultanato, el Príncipe no podía abandonar su misión de limpieza en el norte para hacerse cargo de la pesada burocracia, de modo que, tras celebrar su nombramiento con una enorme borrachera de tres días, tomó de nuevo el mando del ejército y tras el genocidio de Khirguiz lo encaminó hasta la vecina región de Ob, con la pretensión de hacer allí lo mismo; por fortuna para sus habitantes, las amenazas de Tukeban habían calado entre ellos y la habían abandonado siguiendo al Khan en su huida hacia el lejano Este. Al encontrar una región deshabitada, el Príncipe Heredero quedó acampado allí sin más incidencias que la muerte causada por una enfermedad de las estepas del General Basut; Tughrul Beg permaneció atento a las órdenes del Sultán, pero estas habrían de llegar demasiado tarde.

El buen Príncipe Masud, padre del gran Acima y heredero al trono, había sido situado al frente de la administración en tanto el Gran Sultán Osman cabalgaba frente a sus tropas buscando el enfrentamiento contra Tukeban Khan. Quiso el Señor del Universo y del Tiempo llevárselo del mundo durante el año 1096 de la era vulgar, tras unos fuertes dolores en el pecho que lo sumieron en el sueño definitivo. Aunque el nombramiento del Príncipe Tughrul-Beg como nuevo heredero fue inmediato, el gran guerrero no podía dejar sus tareas en el norte para ocupar el puesto de Masud. A partir del año 1098, la falta de un timonel al control del rumbo del sultanato y la gestión de sus financias se hizo notar terriblemente: las provincias de Scythia, Chorasmia y Balkash se rebelaron, hartas de pagar impuestos sin recibir las contraprestaciones prometidas. El caso de Scythia fue particularmente doloroso para el Sultán, informado del asunto desde los campamentos móviles de su gran ejército: a esa región se había enviado toda suerte de misioneros y diplomáticos, logrando mejorar meses atrás las relaciones con sus líderes y el alcance de los tratados entre región y sultanato. Los misioneros hubieron de regresar sin mayores contratiempos cuando descubrieron que sus informes estaban obsoletos pues la región ya era, desde tiempo atrás, de confesión sunnita. Pues bien, ahora, a causa de la muerte inesperada de Masud, todos los esfuerzos diplomáticos habían ido al traste.

Poco después de recibir las noticias de las rebeliones, el Príncipe Tughrul-Beg dejó al general Mir Said al cargo de las tropas en Ob para poder viajar al sur con la intención de sofocar las revueltas. Sin muchos problemas ocupó Scythia, y aunque en Chorasmia se topó con un enorme movimiento popular contra el sultanato –más organizado de lo que nunca hubiera imaginado y que había movilizado a más de 12.000 hombres en armas–, tras perder unos 1.000 soldados (que fue un duro precio a pagar) finalmente aplacó la rebelión e hizo despedazar a los dirigentes, dando de comer sus restos a los perros de guerra. Ambas regiones fueron sometidas al fin.

Y mientras todo esto sucedía, el Gran Sultán Osman, antes de hacerse cargo del control del ejército principal del sultanato ya había viajado hasta la hermosa Samarkhand donde, con ayuda de una boda concertada que a todos agradaba, y unos cuantos regalos bien seleccionados, logró que finalmente la ciudad se incorporase de pleno al corpus del sultanato.
Una vez cerrado el importantísimo tema diplomático pudo hacerse a los caminos al fin junto al orgulloso ejército turco, situando su campamento en la región central de Otarsh con la intención de poder moverse con rapidez hacia allí donde apareciera su enemigo Tukeban Khan. Osman rezaba al Señor del Mundo porque aquel guerrero de las estepas le hiciera frente al fin, ahora que tenía a sus órdenes al cuerpo principal del ejército y que los turcos lo esperaban, preparados y alerta, lejos de las condiciones de sorpresa y desconcierto en que fueran vencidos por una horda nómada pocos años atrás en la "Batalla de Ghuzz".

Y el Señor del Universo, cuyo devenir es siempre desconcertante, tuvo a bien cumplir parcialmente con sus deseos. Y aunque entrado ya el año 1099 de la era vulgar su enemigo Tukeban Khan se encontraba ya lejos, asentando con cuidado a los suyos en las tierras de oriente, una horda nómada entraba en la región de Kashgar, ligada al sultanato por toda una suerte de acuerdos secretos.
El Sultán Osman reaccionó al instante, aún sin saber que aquella horda no era la de su enemigo Tukeban. El enorme ejército Turco del Sultán, compuesto por más de 17.000 guerreros escogidos entre los mejores de todo el sultanato, se movió con rapidez avanzando por la región de Ferghana y cruzando las montañas del sur para llegar cerca ya del invierno a Kashgar.

"Las Llanuras de Kashgar", donde Osman situó el campamento, eran amplias y llanas, un terreno perfecto para las maniobras de caballerías bien adiestradas. Osman fijó el campamento en la linde de unas montañas bajas, con el fin de protegerlo en una posición alta, e hizo formar a su ejército todas las mañanas durante casi una semana en las faldas de las mismas montañas. Finalmente, el sexto día, la marea de la horda comenzó a llenar la llanura casi por completo... y el Sultán quedó asombrado al contemplar el tamaño y alcance de la misma.
Aquella horda, para empezar, no era la horda de su enemigo Tukeban. Alguno de sus hombres más veteranos identificó la forma de los estandartes y el aspecto de los hombres de a pie, pertenecientes a la horda nómada de Gaochan que muchos años atrás había sido expulsada hacia el Este gracias a las amenazas del sultanato. Así, después de que aquellos nómadas de piel amarilleada hicieran un largo y difícil tránsito por todo oriente, los hombres de Kemal Khan regresaban al principio de todas las cosas, a las tierras ocupadas por los mismos hombres que años atrás los habían empujado hacia el Este.

Cuando Osman contempla la casi incomprensible marea humana que ha ocupado "Las Llanuras de Kashgar" ya es demasiado tarde para retirarse. De todos modos, como sabe bien todo su ejército, desde el primero de sus mandos hasta el último de los auxiliares, el Gran Sultán Osman jamás se retiraría ante una batalla campal en buenas condiciones al frente de lo más granado del ejército Turco, ni aun cuando su enemigo fueran todas las hordas del infierno unidas. En el momento en que la enorme horda de Kemal Khan ofrece aspecto de estar medianamente formada en orden de batalla, Osman desenvaina su largo y curvado sable y, dando un terrible alarido, ordena a sus tropas cargar contra los más de 75.000 hombres de la horda.

Pese a la clara inferioridad numérica, el ejército turco demuestra en Kashgar el por qué de su fama y los motivos de que sea temido en todo el mundo. Los jinetes turcos, rodeados en todas direcciones por incontables manos y metales nómadas, agitaban sus armas como abanicos chinos, cercenando y lacerando casi incansablemente y llevándose enemigos por delante con una facilidad pasmosa. Kemal Khan, sin poder contener el ímpetu de sus propias tropas comprendió, conforme su horda iba haciéndose con el control de la situación por pura fuerza de su superioridad numérica, lo costoso en pérdidas humanas que iba a resultarle vencer en aquella batalla. Sólo cuando las pérdidas en las filas turcas eran ya mucho más que inasumibles, el Gran Sultán, quien había combatido al frente de sus hombres desde el inicio del combate, cinco horas atrás, ordenó la retirada.

A finales del año de 1099 de la era vulgar los turcos del ejército del Gran Sultán Osman se replegaban hacia su campamento, vencidos en la batalla pero con su honor recuperado y sus ansias de sangre nómada más fuertes que nunca. Sin poder hacer un recuento claro de bajas, o reagrupar a las muchas tropas desgajadas del grupo principal hasta que entrara el nuevo año, el ejército del Sultán había perdido más de 13.000 guerreros entre muertos, heridos y desaparecidos.
Los nómadas de Gaochán habían tenido aún más bajas. En las mismas circunstancias de confusión, y sin poder iniciar el reagrupamiento de tropas, más de 16.000 hombres habían muerto o desaparecido.
Pero Kemal Khan sabía una cosa más allá de toda duda: aquel día, en las Llanuras de Kashgar, Gaochán había vencido.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #21 en: 15 de Octubre de 2006, 09:06:22 am »
Ríocht na Heireann
(Cristianismo Culdí, Civilizado, Nación Abierta)
"Roinn Bhinse an Rí" ¿?
Diplomacia: Lienster (AW), Dublin (C)

"A inicios del año del Señor de 1096, una terrible erupción volcánica sucedida en una remota isla al norte de todas las cosas hizo temblar la tierra y las aguas, agitando espíritus y perturbando animales. Enormes olas tan altas que lindaban las nubes alcanzaron las Islas Faroes, así como las Tierras Altas de Albain. Pero la mayor de todas cayó sobre las playas de Connaught durante el mes de febrero del mismo año, llevándose consigo más de diez aldeas costeras de cuyos habitantes nunca más se supo".

Extracto del libro "Historia Natural de las Tierras Cristianas", por Olivio de Fuenterroble de Salvatierra (1042-1118), famoso historiador salmantino emérito de la Universidad de Zamora.



Años de ahorro continuo permitieron al "Roinn Bhinse an Ri" reunir el dinero suficiente para adquirir los derechos sobre las tierras de Lienster y sobre la mitad de los impuestos de la ciudad de Dublín. Esta vez el Príncipe Eorwalp, quien aún desconocía su cercano y funesto destino, sí les atiende, comprueba el pago y, tras tomar el mando de la flota, se va con rapidez hacia Londres dejando a los colonos ingleses a merced del nuevo reino bárbaro.

El Lugarteniente 1 fue el encargado de transportar el dinero, acudiendo solo con su guardia personal. Esto fue un claro error por su parte: si bien la corona inglesa había cumplido sus pactos, los colonos de Lienster y Dublín no estaban dispuestos a someterse a aquellos que consideraban inferiores. El Lugarteniente y su guardia fueron asesinados en Lienster, y la región se declaro independiente mientras que la ciudad, aunque seguía pagando la mitad de sus impuestos a Inglaterra, no acepta pagar una sola pieza de oro a Irlanda. La rebelión de Lienster se produjo en Junio del año del Señor de 1095.

Ante las noticias de las rebeliones, el Príncipe trató de acudir en ayuda del Lugarteniente 1, pero a causa de su penosa capacidad como líder de tropas no llegó a tiempo al obligar a sus hombres a marchas por tierras blandas y constantes desniveles de camino vadeando continuamente ríos y cauces fluviales menores. Estaba en Connaught a la expectativa de posibles imprevistos, pero tardó más de dos meses en llegar, en Agosto del año del Señor de 1095.

Cuando al fin llegó a la región, el Príncipe, acompañado por unos 500 guerreros, expertos pero con equipamiento ligero, se encontró con que los rebeldes contaban con casi 2.000 guerreros de la milicia local, al mando del joven Earthlow, cuyos conocimientos tácticos y habilidad de combate eran similares a los de su mejor caballo.

La batalla que se desencadenó de inmediato fue un verdadero esperpento desde el punto de vista estratégico. Caballerías dejadas en posiciones defensivas mientras varios soldados especializados en zapa y construcción de escalas de asedio encabezaban la punta de lanza del ataque. Aquel fue un espectáculo digno de verse, una pelea de tontos que acabó tras varias horas de despropósitos con grandes daños para ambos bandos. Unos 400 hombres se replegaron en Connauht a las órdenes del Rey de Heireann –quien desde la región principal de su reino asistió impotente al desarrollo de todos los acontecimientos–, mientras que los los ingleses perdieron más de 100 milicianos. El Príncipe Irlandés murió durante la batalla cuando una espada amiga le rebanó el cuello por accidente.

(El jugador no actualizó los datos de su nación)
« Última modificación: 17 de Octubre de 2006, 08:59:07 am por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #22 en: 15 de Octubre de 2006, 09:10:09 am »
Reino de Albain
(Cristiano Romano Civilizado Nación Abierta)
Colum, Rey de los escoceses, Duque de Edimburgo.
Diplomacia: Man (NT)

Muchos habían alertado al buen Rey Colum acerca de los peligros de cesar los acuerdos de vasallaje con Inglaterra, acuerdos que habían permitido a la pequeña nación cristiana crecer poco a poco en relativa paz, algo de lo que tradicionalmente siempre habían carecido. En especial, el Obispo Padraig, delegado papal y hombre muy ducho en relaciones internacionales que durante su ya larga vida había vivido todo tipo de situaciones diplomáticas, advirtió al Rey que quien más valoraría la teórica libertad que se conseguía al cancelar los tratados con Inglaterra era la propia Inglaterra. Pero Colum no creía que el buen Rey Edmund de Inglaterra fuese a traicionarlo de esa forma: sus relaciones eran buenas. Eran hermanos en la fe, y sabía que Edmund debía ser buen cristiano pues era de la misma familia que el añorado Severo III. Sabría respetar a Albain.

Con vistas a mejorar la situación del pequeño reino, el Rey Colum, amado por su pueblo, ordenó lo que para el modesto bolsillo de Albain eran grandes inversiones en la región de Lothian, además de dar inicio a la construcción de la que un día sería la nueva ciudad portuaria de Oban en la región de Strathclyde.

El Rey Colum, controlando la administración desde Edimburgo, ostentaba además el mando de todo el ejercito con la ayuda del Príncipe Bheorghen. El heredero Duncan no había recibido ordenes de importancia, y disfrutaba de su tiempo libre en la hermosa provincia de Lothian.
Entre tanto, el general Bardo viajó hasta la isla de Man con algún dinero, unos pocos soldados, y la intención de buscar esposa para el Príncipe Heredero Duncan, dando inicio a una serie de reuniones diplomáticas con los líderes regionales que darían algunos frutos acercando a la pequeña isla a la corona de Albain. El Obispo Padraig, sin dejar de advertir al Rey de la peligrosa situación en que había quedado el reino, fue enviado a proseguir con sus labores misioneras a las Hébridas, aumentando significativamente allí el número de nuevos cristianos.

Éste era el estado de situación cuando en Julio del año del Señor de 1095 un ejército inglés compuesto por unos 7.000 soldados a las órdenes del Príncipe Cyneric, entró en Lothian con el permiso de los hombres de la milicia de Albain que custodiaban las fronteras, quienes confiaban en aquellos hombres que hasta poco tiempo atrás habían sido aliados suyos.
Una vez todo el ejército inglés estuvo dentro de la región de Lothian, a principios de Agosto, comenzó el ataque a Albain. (Ver NF del Reino de Inglaterra).

« Última modificación: 17 de Octubre de 2006, 10:52:10 am por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #23 en: 15 de Octubre de 2006, 09:15:06 am »
Reino de Inglaterra
(Cristiano Romano Civilizado Nación Abierta)
Edmund I, Rex Anglorum.
Diplomacia:

El asunto de la sucesión al trono y el pendiente nombramiento de un nuevo heredero a la corona se había alargado demasiado, tornándose peligrosamente espinoso. El en apariencia legítimo heredero, el Príncipe Eorwalp, confiaba en su justo nombramiento por el dictado de la sangre, y cuando se enteró de que el Rey Edmund había decidido nombrar heredero suyo a un noble feudal menor no emparentado con la familia real, como era el General Cyneric, enfureció como no se había visto nunca en su entorno.

Cuando el Rey nombró efectivamente heredero a la corona al ahora Príncipe Cyneric en Londres, el Príncipe Eorwalp ya se encontraba en la ciudad. Tras varias reuniones con líderes militares descontentos, el Príncipe de sangre real trató de lograr el control de las tropas al saberse traicionado por la carne de su carne. Pero Cyneric era un hombre astuto: una vez descubrió que el Rey iba a nombrarlo príncipe y heredero dispuso a sus hombres de confianza en derredor a la figura del Príncipe Eorwalp. Cuando el veterano príncipe trató de sublevar las tropas fue asesinado brutalmente a sus 70 años por agentes del nuevo heredero; el resto de príncipes de la legítima dinastía real se mantuvo en silencio y a la expectativa, sabedores de cuál sería su destino si se rebelaban en aquel momento. Los hijos de Eorwalp, aún demasiado jóvenes, manifestaron su lealtad al Rey.
Para legitimar al nuevo príncipe heredero, el Rey Edmund prometió la mano de su hija mayor, una niña de sangre Real de apenas nueve años, al noble feudal Cyneric quien ya contaba con 55. Pese a las críticas susurradas en todos los rincones de la corte, el audaz movimiento del Rey pareció salir bien.

En cualquier caso, simultáneamente a los sucesos que le costaron la vida al Príncipe Eorwalp, toda una serie de brutales inversiones fueron destinadas a la ciudad de Londres, ordenadas por el Rey Edmund con el fin de demostrar al mundo el poder y la riqueza de la corona Inglesa. El propio Rey de dedicó a controlar y supervisar todas las titánicas inversiones desde la misma capital, mientras daba el mando de los ejércitos al ahora Príncipe heredero Cyneric. Como consecuencia del nombramiento como heredero de su antiguo Señor Feudal, la importante provincia de Mercia, encantada al ver en su Señor al futuro Rey del reino de Inglaterra, accedió gustosa a integrarse por completo en el organigrama del reino.

Para acallar a los numerosos detractores y enemigos de Cyneric, éste fue el encargado de dirigir la invasión de Albain; si el nuevo Príncipe regresaba victorioso de la campaña, como parecía evidente que sucedería a tenor de la terrible diferencia de fuerzas, nadie discutiría su derecho al trono.
Para encabezar la conquista del pequeño reino del norte, Cyneric contaba con unos 7.000 soldados. Mientras tanto, el Rey Edmund puso al mando de la poderosa flota inglesa al General Cenwalh, quien partiría en dirección a Edimburgo con unos 15 buques pesados y unos 500 soldados de infantería.
Así pues, durante el mes de Julio del año del Señor de 1095 las tropas del Príncipe Cyneric entraron en Lothian sin ser obstaculizados por los soldados de las milicias locales, quienes aunque se mostraron sorprendidos al ver aquel despliegue de fuerzas no intervinieron al tener órdenes específicas de permitir el paso de los ingleses por todo el reino.
Una vez en la región, mientras el Príncipe heredero escocés pedía gentilmente explicaciones ofreciendo toda su ayuda a los ingleses, Cyneric comenzó la invasión por sorpresa.

El Príncipe Duncan logró escapar por los pelos, poniéndose al frente de las escasas fuerzas defensoras de la región; ahora todo el asunto estaba claro: el Rey Edmund I de Inglaterra los había traicionado miserablemente. Tras mandar despachos urgentes a la ciudad con la intención de informar al Rey Colum de la traición inglesa, el Príncipe heredero situó a sus hombres en los fuertes y se dispuso a defender a su nación con su propia sangre. Sin embargo, la superioridad de fuerzas y equipamiento del invasor inglés era demasiado evidente, y ante la sorpresa del ataque nada pudo hacer Duncan: los fuertes de la región fueron reducidos a cenizas en apenas dos días, y el Príncipe Heredero de Albain logró escapar por segunda vez en pocas horas por verdadera intervención divina.

Con la región de Lothian dominada, sin apenas bajas y sin que el Rey Colum hubiera tenido tiempo de reaccionar, comenzó el bien planificado asedio de Edimburgo. Sabedor de que si la ciudad caía el resto de Albain se desmoronaría, Cymeric dispuso a sus tropas en posiciones cómodas de ataque con la intención de asumir un largo asedio de desgaste que se inició cuando la flota de Cenwalh apareció frente a los muelles de la capital, bloqueando el acceso por mar a sus calles y aislando por completo a la capital de Albain.

Pero los caminos del Señor son inexcrutables. La ciudad de Edimburgo, que para nada temía un asalto como aquel de quien consideraban un reino amigo, contaba por verdadera casualidad en sus reservas con unas cantidades de alimento enormes a causa de que ni las partidas de grano ni los muchos animales, allí almacenados para poder ser distribuidos por todo el reino, habían tenido tiempo de salir de la capital hacia sus destinos para cuando comenzó el ataque. Sin que los ingleses lo supieran, Edimburgo estaba más preparado que nunca para afrontar un asedio largo.

Pero aquello no iba a ser lo que desnivelaría por completo la balanza de fuerzas: si el asedio comenzó de un modo efectivo durante el mes de marzo del año del Señor de 1096, apenas unos días después, el cuatro de Abril, el buen Rey Colum moría en su cama atacado por infinidad de males del cuerpo y el alma, completamente roto por el dolor que le causaba el convencimiento de que su buena fe había condenado a su dinastía y a todo su pueblo con ella. Su hijo Duncan, apodado "El Valeroso" por los suyos, lo sucedió sin ninguna oposición.

Y el Rey Duncan no era enemigo pequeño.

Hasta mediado el mes de julio del año del Señor de 1097 la ciudad conservaba cómodamente más de la mitad de las reservas, sobrellevando sin ningún problema los rigores del asedio inglés. Pero el veintitrés de Julio el Príncipe Heredero Cyneric cayó fulminado en la tienda de su campamento tras quejarse de falta de aire, muriendo casi al instante. Sin su líder máximo, las tropas abandonaron un largo asedio que no parecía conducir a nada; el general Cenwalh, pese a comprender que no podía combinar el asedio con el bloqueo él solo, pues contaba con apenas con 500 infantes, se mantuvo en su puesto sin levantar el bloqueo hasta finales del año del Señor de 1099. Para aquel entonces ya era evidente que la capital del reino de Albain, la oscura Edimburgo, había reemprendido sus actividades mercantiles y comerciales por tierra, preparándose para el siguiente acto de una guerra comenzada por una traición pero que ya nunca los tomaría desprevenidos.

« Última modificación: 17 de Octubre de 2006, 10:52:42 am por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #24 en: 17 de Octubre de 2006, 10:37:36 am »
Reino Catalano-Aragonés
(Cristiano Romano Civilizado Nación Abierta)
En ¿Guillem? de Montfort, Rey de Cataluña y Aragón.
Diplomacia: Santander (F):

"Llegáronse un nutrido grupo de mercaderes de donde el moro hasta tierras aragonesas de Cerdeña en los inicios del año y Era de nuestro Señor de mil y noventa y seis. Cuentan que trabaron relaciones pronto con los cordiales lugareños y comerciantes locales, y que no sin los problemas habituales que suelen darse entre semejantes que rezan a distinto Dios, aun cuando ese Dios sea el mismo, pudieron cerrar acuerdos provechosos e involcucrarse de modo fructífero en la sociedad isleña.
Pero taimados y torcideros eran según parece los verdaderos objetivos de aquellos infieles; murmurábanse turbios rumores acerca de sus actividades en las noches, y de lo poco que sus mercadeos se prodigaban desde finales del año del Señor de 1097. Cuando las desapariciones de varios destacados miembros de la comunidad cristiana de la isla se hicieron patentes, un clamor popular señaló a los mercaderes moros como causantes de las mismas, y a sus oscuros movimientos en las sombras como la verdadera causa de su llegada y permanencia en Cerdeña. Apresáronlos, lleváronlos hasta la plaza de los mercados entre golpes y abucheos y allí, a la vista de los hombres y mujeres de la isla, todos ellos fueron muertos a golpe de piedra. Tan trágico acontecimiento tuvo lugar en las tierras del buen Rey En Guillem I de Montfort en el año y Era de nuestro Señor de mil y noventa y ocho."
Extracto del libro "Hechos", por Olivio de Fuenterroble de Salvatierra (1042-1118), famoso historiador salmantino emérito de la Universidad de Zamora.[/i]


Los primeros años de reinado del nuevo Rey de Aragón y Catalunya fueron tranquilos, marcados por la posteriormente conocida "Proclama de San Régulo" del año del Señor de 1092. El tal Régulo era un monje cluniacense de formación clásica, con ideas hacia el desarrollo de la ciencia muy poco habituales en las tierras cristianas de aquel tiempo. Llegó a ser abad hasta su muerte en el año 1104, pero lo que le daría la fama fue un pliego entregado en mano al Rey en el que solicitaba permiso real para abrir toda una serie de escuelas para infantes y ampliar, usando terrenos de la Orden, las dependencias de la entonces modesta universidad de Barcelona con dos alas dedicadas una a la investigación médica y la otra a los problemas y desarrollo de la arquitectura. El paso, dado con valentía por el Rey, fue corto en apariencia, y el avance lento en los inicios; para el año 1099 ya era notorio que la sociedad cultural y científica del Reino de Aragón y Catalunya caminaba un paso por delante en cuanto a percepción y actitud hacia la ciencia en general (y la medicina y arquitectura en particular), evidenciándose en especial la preparación de los jóvenes catalanes que, en un alto porcentaje, sabían leer al llegar a la edad adulta. El Abad Régulo fue inicialmente apartado de la jerarquía interna de la Orden de Cluny a causa de sus extrañas ideas, pero años después de su muerte sería canonizado gracias a las acciones de los muchos paisanos aragoneses que poblaban los pasillos de los palacios Pontificios de Letrán desde la llegada al trono de Pedro de Iacobus I.

Aparte de los avances en la sociedad aragonesa y su potenciación de la educación, se realizaron numerosas inversiones en la provincia de Aragón que mejoraron notablemente la calidad de vida de sus habitantes. También se reclutaron gran cantidad de unidades de caballería con equipamiento pesado.

Aunque los turbios acontecimientos de Cerdeña perturbaron terriblemente el ánimo del Rey, ya alterado por los murmullos llegados años atrás desde las Baleares hablando de movimientos oscuros de alguna potencia musulmana, el Rey dedicó la mayor parte de su tiempo a gobernar, mientras sus nobles más notables trabajaban duro en la costera Santander logrando que, finalmente, la importante ciudad portuaria del cantábrico se integrara por completo en la corona de Aragón regresando a la situación previa que nunca debió abandonarse.

(El jugador no actualizó los datos de su nación)
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #25 en: 17 de Octubre de 2006, 10:40:19 am »
Emirato de Castilla
(Sunni Islam Civilizado Nación Abierta)
¿?, Emir de Castilla.
Diplomacia:

Junto con las inversiones realizadas por el propio Califato de Córdoba, el Emirato de Castilla mejoró enormemente la calidad de vida de los valencianos enviando dinero con el que se mejoraron infraestructuras, se ensancharon caminos comerciales y se abrieron nuevos pozos de agua potable.
A imagen y semejanza de lo que haría en aquel tiempo su Amo y Señor el Califa de Córdoba, el Emir comenzó a imponer sanciones a los comerciantes de esclavos, además de privilegiar a aquellos fieles que daban carta de libertad a los suyos y aún en mayor medida a quienes tras hacerlo los contrataba en sus haciendas con sueldos simbólicos o a cambio de alimentos, dándoles entrada en la cada vez más abierta sociedad sunní de Castilla. Los avances fueron notables, en mayor medida que los experimentados en el Califato a causa del menor tamaño y más fácil gestión del Emirato de Castilla.

Notables fueron los alzamientos contra el clero musulmán en Castilla, motivados por la rigidez extrema en las ordenanzas del culto de los religiosos del lugar; los alzamientos perjudicaron notablemente todas las tareas religiosas en la región.

En el terreno de las relaciones internacionales, el suceso más importante de aquel tiempo fue el acordado matrimonio entre el Príncipe heredero y la princesa Ayisah, hija del gran Sulayman, Hâjib de Córdoba. La celebración se llevó a cabo en la Gran Mezquita de Al-Mansur.

(El jugador no actualizó los datos de su nación)


?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #26 en: 17 de Octubre de 2006, 10:42:09 am »
Reino de León
(Cristiano Romano Civilizado Nación Abierta)
Antonio, Rey de León por la gracia de Dios.
Diplomacia:

Años muy tranquilos en el pequeño reino cristiano de la península ibérica. El rey Antonio, previsor ante lo que pudiera traer el futuro cercano, guardó todo el oro y joyas disponibles dando salida tan sólo a pequeñas cantidades destinadas a la construcción de la calzada pavimentada que pronto uniría Galicia con León.

Todas las defensas y los ejércitos permanecieron a la expectativa, y el reino se vistió de luto por el hijo y las dos hijas del fallecido rey Alfonso, hermanos todos del actual rey Antonio, que murieron por aquel entonces.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #27 en: 17 de Octubre de 2006, 10:44:21 am »
Califato Ummayid de Cordoba
(Sunni Civilizado Nacion Abierta)
Hâjib Sulayman
Diplomacia: Gharnata (FA), Palermo (FA), Balansiyya (NT), Morroco (-1 Yfc)

Tras los terribles sucesos desatados tras la desafortunada muerte del anterior Hâjib, los cautelosos movimientos realizados por su sucesor e hijo, Sulayman, permitieron que la situación se recondujera poco a poco sin soliviantar ánimos encendidos ni orgullos mal entendidos. Sabía el Hâjib Sulayman que en muchas ocasiones es más fácil apelar a ese orgullo, hablando con sencillez y humildad, que a la espada. Más fácil, menos sangriento, y mucho más fructífero: los nobles y generales enviados hacia las regiones levantadas lograron grandes avances en casi todas ellas merced a las directrices de Sulayman. Tanto Gharnata –gracias al trabajo intenso realizado por el Príncipe Faisal, primer hijo del Hâjib– como Palermo y Balansiyya fueron relajando sus posturas reconciliándose con el Califato. Sólo la negociación en Marruecos dejó las cosas peor de lo que estaban. Además, Aben Bartal, el Señor feudal de Idjil, accedió a renunciar a sus derechos sobre la misma Idjil a propuesta del Hâjib a cambio de ser nombrado Emir de Merrakesh. Su hijo quedó como Emir de Idjil, declarándose la región independiente.

En el interior del Califato, el Hâjib centralizó todos los esfuerzos de gobierno dando inicio a su proyecto de abolir la esclavitud en el corto plazo; tras promover toda una serie de leyes similares a las instauradas a sugerencia suya por el Emir de Castilla, leyes que reconocían ciertos derechos a los esclavos, Sulayman trató de fortalecerlas y potenciarlas dando pequeñas subvenciones a los caciques locales que poco a poco iban renunciando a sus esclavos. Tardaría un tiempo el Hâjib en acabar con todo rastro de esclavitud en los vastos territorios del Califato; pero era Sulayman hombre famoso por su paciencia y perseverancia.
En otro orden de cosas, durante el año 1099 de la era vulgar contrajeron matrimonio el Príncipe Waleed, hijo amado del Hâjib, y la hermosa princesa Mariam, la de Piel Oscura, hija del Emir Imad de Túnez.

Pero si por algo fue recordado en el Califato aquel fin del siglo XI de la Era Vulgar no fue ni por los avances sociales promulgados por el Hâjib, ni tampoco por la mejora de relaciones con las provincias y ciudades levantadas en armas tras la muerte del anterior Hâjib Abi Amir.
En el año de 1097 de la Era Vulgar la mayor parte de los ejércitos estaban demasiado ocupados en tareas defensivas y maniobrando para sofocar revueltas y devolver la tranquilidad al Califato; demasiado ocupados como para ser totalmente efectivos: cuando el dieciocho de Marzo de 1097 los servicios de inteligencia del Hâjib, siempre vigilantes aun cuando más tranquila pareciera la situación, alertan a Sulayman de la presencia de un enorme ejército enemigo que se dirigía por sorpresa hacia Granada desde el Norte. Desde dónde llegaban nada se sabía, aunque al parecer habrían entrado en el califato desde tierras aragonesas, y tampoco se poseían datos fiables de su procedencia en aquel temprano momento. Sólo el Noble Achraf Amar, y después el propio Sulayman, pudieron reaccionar con suficiente presteza como para acudir a Granada para hacer frente a la amenaza antes de que el ejército enemigo cayera sobre la ciudad, aunque el Hâjib y sus hombres habrían de llegar un mes después. Todo el Califato contuvo la respiración: aquello que siempre habían temido, se había hecho realidad un aciago día de Marzo del año 1097.

((CONTINUARÁ))

A la llegada del Hâjib Sulayman a la región de Granada, se encontró esperando con cara de circunstancias al noble Achraf Amar y su plana mayor. Para ese entonces, los hombres de Achraf Amar ya habían descubierto e interceptado al ejército invasor: compuesto por treinta y tres comerciantes catalanes, cuatro carromatos, doce caballos de tiro y dos mulas, se encontraban todos bajo arresto cuando Sulayman hubo de escuchar de los representantes de sus servicios de espionaje todo tipo de excusas y súplicas tratando de justificar, o pedir perdón, por el terrible error cometido. Nadie parecía querer responsabilizarse ante el Hâjib por el pánico causado a los dirigentes y el pueblo de Córdoba tras la terrible alarma disparada por el excesivo e inapropiado celo de una cadena de agentes que habían asegurado sin lugar a dudas que un ejército invasor de enormes dimensiones había cruzado Aragón y atravesado Valencia sin ser visto. De los verdaderos responsables del fallo que había movilizado dos cuerpos del ejército cordobés ya nunca más se supo, aparte de que no vieron el inicio del nuevo siglo.
« Última modificación: 17 de Octubre de 2006, 09:57:55 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #28 en: 19 de Octubre de 2006, 03:20:53 pm »
Lanza de Al'Mansur
Iusuf, Qá'idun de la at-Tariqa.
Diplomacia:

Tras realizarse la ampliación de Balansiyya el Qá'idun de la at-Tariqa de la Lanza de Al'Mansur, el Príncipe Iusuf, viajó hasta Castilla la nueva con la intención de mejorar las existentes infraestructuras y la presencia de la Lanza en la región, sin lograr mejorar los contactos que allí ya tenía y fallando en todos los intentos de acercarse la simpatía de los nobles locales. Con muchos más planes en mente, y a sabiendas de que en este mundo todo es cuestión de paciencia y perseverancia, el Qá'idun se puso de nuevo en movimiento... aunque sin llegar a destino alguno. A mediados del caluroso año de 1096, su cadáver fue encontrado muerto en un camino transitado a las orillas del Duero, junto al caballo que pastaba tranquilamente en las cercanías del cuerpo.

Sin altos cargos de relevancia, sin carismáticos líderes militares capaces de tomar el relevo de Iusuf, la at-Tariqa que tanto había costado levantar al hermano del Hâjib de Córdoba comenzó a desmoronarse ante la inacción de sus miembros.
El Hâjib Sulayman, quien poco antes de morir su hermano había hecho una donación a la Lanza con carácter personal surgida de su propio bolsillo, se encontró con una difícil situación. Aunque había decidido tiempo atrás enviar a la at-Tariqa al bastardo de Abi Amir, el joven Hammar, para que se labrara allí un futuro digno, las circunstancias lo empujaron a nombrarlo precipitadamente Qá'idun de la Lanza de Al-Mansur, cargo de gran importancia para la comunidad Sunní para el que muchos no lo encontraban suficientemente preparado.

Aunque asumió el puesto con orgullo, Hammar, con 22 años, se encontró con que sus propios subordinados cuestionaban el mando y cómo las deserciones de miembros que habían acompañado el nacimiento de la at-Tariqa desde el principio, con Iusuf, se producían por doquier dejando varias casas cuarteles desiertas. Todas las infraestructuras de Castilla la Nueva e Ishbaliya se perdieron por completo, y en la bella Balansiyya la importancia y presencia de la Lanza disminuyó terriblemente.
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.

Uve

  • Mago
  • ***
  • Mensajes: 2055
    • Ver Perfil
Re: Newfax Turno 19 (1095-1099)
« Respuesta #29 en: 19 de Octubre de 2006, 03:30:58 pm »
Reino de Champa
(Hinduismo Civilizado Nación Abierta)
Hai Yen, Rey de Champa
Diplomacia: Cochin (T)


El nuevo Rey Hai Yen viajó hasta la sureña región de Cochin donde, tras contraer matrimonio con una noble local, logró que la provincia pagara tributos regulares al reino. Poco después regresó a Vijaya con precipitación para evitar ser capturado por los soldados llegados del Japón (ver NF del Imperio del Japón), y tras salvar de milagro los acuerdos recién firmados con la región se dedicó a coordinar la administración de la nación y la elaboración de un muy necesario Censo, cuyo peso en su realización fue llevado en gran parte por el Noble Indravarman.

Indravarman, toda vez finalizado el censo, fue enviado a entrenar a la inexperta infantería del reino. Luego, sin haber despertado ni una sola sospecha previa, dio un golpe de estado y trató de derrocar al Rey asumiendo el control del ejército. Para fortuna del pequeño reino costero, el amado General Hai Yen logró mantener su liderazgo sobre las tropas, y tras apresar a Indravarman lo ejecutó casi sin solución de continuidad.
« Última modificación: 19 de Octubre de 2006, 03:42:21 pm por Uve »
?En Italia, durante 30 a?os de dominaci?n de los Borgia, hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel ?ngel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor, fraternidad y 500 a?os de democracia y paz ?Y qu? nos ofrecieron? El reloj de cuco?.

Orson Welles.